En el último informe de armas legales robadas o extraviadas reportadas ante la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena), el estado de Puebla aparece en el sitio número once con 469 rifles de asalto y armas cortas de las cuales se desconoce su paradero o fueron robadas.
Este reporte fue dado a conocer por Eugenio Weigend Vargas, Director de Investigación en el Center for American Progress durante el foro virtual “Tráfico de Armas Estados Unidos-México” realizado por la organización Causa en Común.
Los datos de la Sedena comprenden un periodo de casi 11 once años, entre 2006 y agosto de 2017. Y el lugar donde se reportó más armas robadas en este periodo de tiempo fue en la Ciudad de México que tuvo un total de 5 mil 186 armas robadas.
Detrás de la Ciudad de México se encuentra Guerrero (1, 918), Estado de México (1,818), Jalisco (793), Chihuahua (761), Durango (743), Veracruz (719), Michoacán (621), Sonora (517), Tamaulipas (483) y Puebla (469).
Eugenio Weigen, el especialista explicó que la mayoría de las armas que entran al país en mayoría ingresan desde los estados que son frontera con los Estados Unidos y Centroamérica.
Durante su intervención, Isidoro Cohen, representante de la Asociación Mexicana de Usuarios de Armas de Fuego señaló que las armas provienen de Estados Unidos, principalmente por su fabricación pero también de otros países como Israel, Suiza, Eslovaquia, Finlandia, Turquía, China, Bélgica, Austria, República Checa, Alemania e Italia.
Weigen explicó que tanto Estados Unidos como México tienen pendientes en cuanto al control de armas de fuego. Pero, las condiciones de los Estados Unidos provocan la venta masiva de estos instrumentos pero las autoridades son bastante permisivas además de que existe poco monitoreo en las armerías
No existe la revisión de antecedentes de todos los puntos de ventas. Carecen de medidas de seguridad y control de inventarios, deberían de compartir mejor la información con las autoridades y tampoco reportan la venta múltiple de armas largas más allá de los estados fronterizos, comentó Weigen.
En el caso de México, concluyó que, para mejorar su situación tiene que especificar los protocolos sobre la distribución de armas, generar una organización que ubique la fabricación y venta de estos artefactos además de que el país debe de encabezar un grupo de países en Latinoamérica para fungir como contrapeso ante la salida de arsenales desde los Estados Unidos.