“Llevo 14 años buscando justicia por haber sido torturada por este cómplice de redes de pornografía infantil”, fueron las primeras palabras de la periodista Lydia Cacho después de que se dio a conocer que la Fiscalía General de la República (FGR) detuvo en Acapulco, Guerrero, al exgobernador de Puebla, Mario Marín Torres.
A través de su cuenta de Twitter, la periodista apuntó que la FGR le avisó cuando fue detenido el llamado “Góber Precioso” y mostró una fotografía del momento del aseguramiento en la que se observan a varios elementos de la Agencia de Investigación Criminal.
Incluso, unas horas antes del arresto, la periodista acusó en sus redes sociales que, desde hace años, publicó que Mario Marín se encuentra entre los 23 mexicanos que lavaban dinero en Andorra: “la Fiscalía General no movió un dedo, ni antes ni ahora”.
Lydia Cacho fue víctima de tortura después de que publicó el libro “Los Demonios del Edén” y reveló que el empresario Kamel Nacif acudía a las fiestas del pederasta Jean Succar Kuri en Cancún, Quintana Roo.
Debido a esta situación, el empresario y el entonces gobernador de Puebla, Mario Marín, acordaron la detención de Lydia Cacho en diciembre de 2005, iniciándose un proceso penal por el delito de difamación y calumnia que se realizó de manera exprés ante el Poder Judicial y la jueza Rosa Celia Pérez González liberó la orden de aprehensión que se ejecutó a través de la Policía Judicial que en ese entonces dirigía Adolfo Karam Beltrán.
La periodista fue trasladada a Puebla vía terrestre y, durante el trayecto, fue torturada por órdenes de Adolfo Karam.
Fue en abril de 2019 cuando se giró una orden de aprehensión por el delito de tortura en contra de Mario, Adolfo Karam y Kamel Nacif. Los últimos dos siguen prófugos de la justicia.