Crimen y Castigo

VIDEO: Familiares de reos relatan la verdad sobre las visitas en San Miguel; CDH realiza inspección

- Diseño: Salvador Rugerio

La visita de los miembros de la CDH se realizó el viernes 29 de enero, después de que circularon denuncias anónimas en medios de comunicación sobre malos tratos y cobros dentro del centro penitenciario, quejas también han sido detectadas como sembradas por grupos delictivos que han perdido el control del autogobierno de San Miguel en los últimos meses

Por Edmundo Velázquez / @mundovelazquez

/ Ciudad de Puebla

Un grupo de observadores de la Comisión de Derechos Humanos de Puebla y supervisores de la Dirección de Centros Penitenciarios se entrevistaron con personas privadas de su libertad y con sus familiares, en el penal de San Miguel.

La visita de los miembros de la CDH se realizó el viernes 29 de enero, después de que circularon denuncias anónimas en medios de comunicación sobre malos tratos y cobros dentro del centro penitenciario, quejas también han sido detectadas como sembradas por grupos delictivos que han perdido el control del autogobierno de San Miguel en los últimos meses.

PÁGINA NEGRA realizó un sondeo con una docena de familiares el día de visita para escuchar a las madres, esposas, hermanas y primas de internos del centro penitenciario de Puebla Capital, a quienes se les cuestionó sobre las quejas que han trascendido.

Una de ellas, quien dijo llamarse Claudia Ramírez, incluso señaló que su familiar, ingresado hace 10 años en la prisión de la capital poblana fue obligado hace dos años hasta a pagar una renta por un teléfono celular, lo cual ha cambiado ya.

Está mi esposo, desde hace 10 años. Antes sí había muchos problemas. Pero algo pasó porque esta administración está bien. Y no hay problemas. La diferencia es que antes nos pedían el pase, ahora ya no. Más o menos pagar para pasar. Ahora ya no ocurre eso. Cuando recién entro mi marido. Le obligaban a que pagara una renta de celular hace mucho. Todavía hace dos años lo obligaban a pagarlo ahora ya no”, comentó Claudia Ramírez a PÁGINA NEGRA.

Algunas de las mujeres exhibieron que eran obligados hace tiempo para pagar cuotas, y estas mismas se les imponían a ellas para ingresar comida a sus hijos y esposos. Sin embargo, la mayoría de ellas refirieron que la Dirección General de Centros Penitenciarios ha provocado algunos cambios positivos.

Guadalupe Olivares Muñoz tiene ya ocho años visitando a su esposo. Ella admite que ha pasado en todo este tiempo varias preocupaciones porque en pasadas administraciones tenían que sufrir golpizas y extorsiones.

Antes nos cobraban hasta para pasar un pastel. Tenía que darle 'para el refresco'. Antes sí. Y una vez lo amenazaron, incluso a mí también me habían amenazado, que le tenía que bajar a como era él porque si no hasta conmigo arrasaban. Eso tiene como tres años. Ahora ya no pasa eso”.

Rumores generaban preocupación

Guadalupe menciona que los rumores que se generaron alrededor de los grupos internos del penal de San Miguel generaron mucha preocupación entre sus familias.

Toda la gente habla, a menos de que sepa uno bien de las cosas por tu interno es como te enteras... Porque si vienes y preguntas como antes, venías y preguntabas pues no te decían nada, ahora sí te dicen qué es lo que pasa y que no hagamos caso a la gente y las habladurías”, comentó Guadalupe.

Blanca Estela Cureña Cuellar, tiene un mes y medio de venir cada semana a visitar a su hijo. Inicialmente tenía miedo pues había escuchado los rumores sobre abusos en San Miguel contra las personas privadas de la libertad.

Pues los rumores que había, esa era mi preocupación. Cuando lo detuvieron pues vine y consulté a la oficina de trabajo social, me hicieron un videollamada para que viera que él estaba bien. Él me dijo personalmente que estaba bien. Posteriormente me dijo que ha estado bien y lo veo tranquilo. Yo nada más vengo cada ocho días para traerle algo de casa. Para estar tranquila yo. Algo de comer. Pero acá le dan comida. Él es adicto, pero lo metieron por daños contra la salud, pero es consumidor. No vendía drogas”, relató Blanca Estela.

En el caso de María Francisca Vázquez Marín, su hijo también fue ingresado al penal de San MigueL. Se le acusó por robo y lleva dos años en prisión. Pero ella asegura e insiste en que jamás ha tenido algún problema

Yo que sepa no hay nada de eso de cobros. Ni violencia, pero ahora. Sí hubo cambios. Ya desde que él está aquí, todo está bien. Así que haya golpizas, nada de eso. Ni le cobran. Tenemos nuestro pase para entrar como familiar y ya... No hay problema, relató María Francisca.

Sonia Suyei Zárate Molina también tiene un hijo en el penal de San Miguel acusado por delitos contra la salud. Ella también tenia mucho miedo por saber cómo se encontraría pero, en el poco tiempo que lleva dentro dice que “lo han tradado bien”.

Tiene poco tiempo acá mi familiar. Dos meses. Es mi hijo. Mi hijo es consumidor. No vendía droga, pero lo trajeron aquí. Tenía miedo de lo que se decía del penal al principio. Pero en el poco tiempo que ha estado mi hijo lo han tratado bien”, comentó brevemente.

La pandemia modificó las visitas

El covid-19 ha cambiado también las visitas y los accesos de los familiares de las personas privadas de su libertad. Previo a la pandemia era posible que menores de edad entraran a ver a sus padres, hermanos mayores y abuelos, pero esto ha cambiado por la salud de los internos y las personas que los visitan.

Así lo explica Gisela López Martínez, quien tiene dos hijas y a quien le explicaron que debían de tomar ciertas medidas para evitar contagios. Sin embargo, su esposo, quien es acusado de robo sigue laborando normalmente en talleres al interior del centro penitenciario.

Empezaron con el problema del covid y cambiaron las cosas. Antes podía pasar con mis hijas, ahora nada más puede pasar un familiar. Pero no hemos tenido ninguna queja. Todo ha estado normal. Él tiene un trabajito ahí. Y con eso nos ayuda a nosotros”.

 

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