Una familia de Yucatán tuvo la idea de recrear, en pleno confinamiento a causa de la pandemia por el coronavirus, un pequeño cenote en el patio de su casa.
De acuerdo con una publicación de México Desconocido, la familia Batún Pat, oriunda del pueblo de Tekom, cercano a Valladolid, habilitó un estanque con peces.
Daniel Batún, Héctor Poot, en compañía de sus amigos, cavaron en el suelo un hoyo, colocaron formaciones rocosas y con espacios para simular cuevas, propias de los cenotes, luego dejaron entrar agua que, para sorpresa de varios, muestra tonos azules.
Le pequeño cenote, que aloja también plantas acuáticas, es la réplica de un “jaltún”, que en maya significa “oquedad en la piedra”, los cuales, en dicha civilización, se utilizaban para recolectar agua de las lluvias con fines domésticos.
La idea del cenote tuvo el objetivo de que peces de agua dulce pudieran vivir en un sitio tranquilo.
Para los mayas, estos “hoyos con agua” eran sitios sagrados donde se podía contactar a los dioses.
Hoy, según México Desconocido, son pequeños paraísos acuáticos para nadar, relajarse, brincar desde las rocas o sumergirse entre cavernas y grutas.
