La ciclovía de la 7 sur está bien planeada: especialista en Movilidad

Socialización, infraestructura y velocidad, son la fórmula clave para evitar los accidentes de peatones y automovilistas que han tenido lugar en la ciclovía de la 7 Sur y 13 Poniente de la ciudad de Puebla, así lo dio a conocer el experto en movilidad, Juan Andrés Contreras Hernández.

En días pasados, los poblanos fuimos la burla nacional debido a un video que se hizo viral, en el que varias personas tropezaron y cayeron al atravesar por la ciclovía ubicada en la 7 sur y 13 poniente.

VER: POBLANOS SON LA BURLA NACIONAL; SE DESATA MEMIZA POR NO SABER CRUZAR LAS CALLES

El Gerente General de MOVERTE, una ONG enfocada en temas de movilidad y desarrollo urbano, explicó que existen tres puntos principales para entender los problemas que se han generado con la implementación de las ciclovías en la capital poblana.

Contreras afirmó que el video en el que la gente tropieza con la ciclovía y que se hizo viral en redes sociales, evidencia la falta de conocimiento que tienen los poblanos sobre las ciclovías, la mala infraestructura de calles y avenidas que bloquean el paso a los peatones, así como las altas velocidades a las que transitan los vehículos, temas que están a cargo de la Secretaría de Movilidad del Ayuntamiento.

Reconoció que la institución ha logrado grandes avances en la instalación y mejoramiento de las ciclovías del primer cuadro de la ciudad. Sin embargo, hay que seguir trabajando en la modificación de infraestructura que beneficie y garantice la seguridad del peatón.

Las cebras peatonales de esta calle miden 3.92 metros, espacio suficiente para que las personas puedan desplazarse sin problema, pero no siempre es así, ya que al llegar a las esquinas se encuentran con elementos que bloquean el paso.

A diferencia de muchos municipios, Puebla tiene establecido en su normatividad que los pasos de cebra sean de este ancho, pero en realidad esto es lo último que se tiene que planear sobre el diseño geométrico de una calle, que está conformado por diversos elementos y aunque el ancho de la cebra es el mejor, encontramos barreras arquitectónicas en las esquinas que impiden el libre acceso de los peatones”.

Debido a esto, la trayectoria de una banqueta a otra se ve limitada, razón por la que los peatones deben desviar su recorrido en forma diagonal, provocando que caminen por la ciclovía y, por lo tanto, se arriesgan a tropezar con un separador. Las barreras incluyen autos, motocicletas y vendedores ambulantes instalados en pasos peatonales.

Estas barreras están ligadas a otro de los problemas que impera en las calles: el exceso de velocidad. De acuerdo al joven urbanista, muchos negocios han pedido la instalación de estos elementos de contención para evitar que, al momento de un accidente, los autos alcancen a dañar los inmuebles.

Tal es el caso de Tortas Tío Memo, donde en varias ocasiones "los vehículos han destruido el local, debido a los accidentes que han tenido lugar aquí", señaló una empleada del negocio poblano.

Los automóviles, y en especial las rutas de transporte público que bajan sobre la calle 13 poniente hacia el Centro Histórico, viajan a exceso de velocidad; principalmente en horas pico, entre las 7:45 y 10:00 horas, así como entre las 17:00 y 21:00 horas, momentos en que los poblanos salen de trabajar y el volumen de pasaje aumenta en los microbuses, a pesar de que el primer cuadro de la ciudad es considerado como una zona con límite de velocidad de 30 km/h.

Por el miedo a no ser atropellados, la gente cruza corriendo, los automovilistas no respetan los límites de velocidad. Hay unidades de transporte público que circulan a más de 50 km/h a pesar de la estrategia de pacificación de las vialidades por parte de SEMOVI. Eso también genera un espacio de conflicto”.

Sobre el diseño de la ciclovía, mencionó que el ancho es el recomendable, así como los señalamientos verticales y los elementos de confinamiento, sin embargo, existe un problema.

Aunque en la Norma Técnica de Diseño e Imagen Urbana del Municipio de Puebla no se especifica la distancia que tendría que haber entre la cebra peatonal y el separador amarillo que marca el confinamiento de la ciclovía.

En la normatividad de la Ciudad de México (que ha servido como parteaguas para crear todos los reglamentos implementados en diferentes estados del país), se especifica que la distancia debe ser de al menos 3.5 metros después de la cebra peatonal.

En la imagen compartida en la Norma de Puebla, se puede observar un espacio considerable entre el cruce peatonal y el confinamiento.

Por otro lado, señaló que podrían implementarse otras alternativas que ayuden a los peatones, ciclistas y automovilistas a identificar y visibilizar estos espacios, por lo que se requiere trabajar en el desarrollo de políticas públicas e invertir financiamientos necesarios para implementar infraestructura vial de calidad, como en el caso de la renovación de la ciclovía de la 4 sur.

Sobre el tema de socializar las ciclovías, Juan Andrés Contreras explicó que es importante informar a todos los usuarios del espacio público para empatizar y entender las alternativas de transporte que se utilizan en la ciudad y con ello evitar incidentes, con el fin de construir ciudades más incluyentes y tolerantes.

Algo en lo que debe trabajar el Ayuntamiento es la socialización de los proyectos. Informar a la ciudadanía sobre la existencia de estas ciclovías porque tantos los peatones como las personas que usan el vehículo como alternativa de transporte, necesitan ser sensibilizados y entender los beneficios de las maneras en que se está movilizando la gente. Para los ciclistas o potenciales ciclistas, es importante que se familiaricen con estas vías que los ayuden a planear sus viajes. Es importante que todos cooperemos y nos informemos cuáles son los elementos que posee nuestra ciudad”, concluyó.