Puebla, 15 de junio del 2024

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La odisea por conseguir la vacuna contra la covid-19 en Puebla

La odisea por conseguir la vacuna contra la covid-19 en Puebla
- Foto: Agencia Enfoque

Entre aglomeraciones, frío y desorganización, inició la segunda etapa de vacunación contra la enfermedad que provoca el virus SARS-Cov2 en Tlaxcalancingo, Puebla.

Por Mariana Salinas / @dimemariaan  /

Los primeros rayos de sol caían sobre una mega carpa que fue colocada en el vestíbulo del CESSA Tlaxcalancingo. Bajo este resguardo improvisado, Francisco y su esposa formaron parte de las primeras 100 personas que se vacunaron el 24 de febrero contra la covid-19.

Llegaron a formarse desde las 11:30 de la noche del 23 de febrero, para conseguir la inmunización por coronavirus. Francisco explicó que armados con doble cubrebocas, careta y gel antibacterial, sus hijos se dieron cita para ocupar dos lugares en la fila durante tres relevos toda la noche.

Las sillas para ordenar a los que esperamos en la noche fueron instaladas hasta las 8 de la mañana, la mayoría de los que llegamos primero tenían silla de ruedas, y los que no trajimos una silla"

Entre aglomeraciones, frío, gritos, desorganización, una interminable fila de adultos mayores y autos que abarcó la distancia de 10 calles, comenzó este miércoles la segunda jornada de vacunación contra la covid-19 en Puebla.

La cita ha tenido lugar en distintos centros de salud en el estado. Uno de los más concurridos, y que se desbordó desde las 8 am,  ha sido el Centro de Salud con Servicios Ampliados (Cessa) de Tlaxcalancingo.

El protocolo establecido por el equipo sanitario encargado para la aplicación de la vacuna no fue suficiente pues, desde temprano, la desesperación por conseguir una dosis provocó que cientos de “abuelitos” se aglomeraran de manera descontrolada.

A pesar de que la noche fue larga para la familia Arriaga, durante la mañana tenían mucha energía, y al darse cuenta que serían los primeros en recibir la inmunización aseguraron que la espera valdría la pena, sin embargo, al ver la desorganización de la multitud enardecida que exigía un poco de esperanza enfrascada, su único objetivo  era salir sin contagiarse.

Las únicas esperanzas y expectativas es que salgamos de aquí sin contagiarnos y ellos vacunados"

Majo Arriaga contó que sus hermanas y ella también se formaron desde la noche del martes para apartar un lugar para sus papás; aseguró que al menos fueron 100 adultos mayores que esperaron el inicio de la vacunación y bajo las inclemencias del por la madrugada que ni usando dos cobertores se soportaba.

Había  una señora de 70 años, en silla de ruedas que llegó sola y no aceptó la cobija de nadie para taparse del frío por miedo a contagiarse de covid" 

Majo pasó una noche larga, aunque tuvo el apoyo de su hermana para esperar en una silla, reconoció que, pese a que son mujeres jóvenes, no fue una velada fácil pues hasta las 9 am no habían dormido nada ni desayunado.

A pesar de todo, no perdieron la esperanza  y aguantaron hasta las 8 de la mañana para que sus papás tomaran su lugar.

Nos anotaron números en la mano, nosotros estamos aquí desde las 11 de la noche de ayer, mi mamá y mi papá son el número 58 y 59, no hemos desayunado ni dormido nada"

Las horas pasaban y la fila de adultos mayores crecía, mientras el vestíbulo del Centro de Salud de Tlaxcalancingo, era una sala de espera en caos, detrás del recito adaptado como Centro de Vacunación, se encontraba la sala de observación.

Un centenar de sillas metálicas permanecían formadas bajo otra mega carpa, este lugar fue dispuesto para vigilar a quienes  recibieron la vacuna, durante media hora  esperaban a la intemperie con la esperanza de no tener ninguna  reacción alérgica a la vacuna de Pfizer.

Mientras la calma reinaba entre los adultos mayores sentados en la sala de observación, de fondo se escuchaban los gritos y la desesperación de quienes aún se intentaban entrar al CESSA.

Francisco y su esposa, con el número 80 en la fila, recibieron la vacuna cerca de las 11 de la mañana, aseguraron que fueron atendidos correctamente y aunque tenían la incertidumbre ahora se sienten más tranquilos por tener la primera dosis de la inmunización.

Por lo pronto sentimos mayor tranquilidad sabiendo que ya recibimos la primera dosis pero nuestra única preocupación ahora sería la segunda dosis"

Para la familia de Francisco y de todos los asistentes, lo más desafortunado fue la mala organización pues no se logró controlar a la multitud de ancianitos que con ansias gritaban por un turno para recibir la vacuna.

Lo que sí fue desafortunado fue la desorganización, para los que tuvimos la suerte de pasar primero no tuvimos ningún problema"

Justo a medio día, elementos de la Guardia Nacional lograron establecer un orden y con pase de lista y turnos por números, la fila de las personas mayores se ordenó y proceso comenzó a ser más rápido.

Uno de los momentos que más tranquilidad tuvo la familia de Francisco fue ver a sus hijos al salir de la sala de observación , quienes al verlos caminar tranquilos sin experimentar ninguna reacción a la vacuna, caminaron hacia ellos, se abrazaron y gritaron con emoción "Lo lograron, lo logramos"

Pero la temperatura tibia de la mañana comenzó a aumentar, y los cientos de adultos que seguían formados cambiaron sus cobijas por sombrillas. Para ese momento, varios comerciantes ambulantes llegaron para ofrecer bebidas, alimentos cubre bocas y hasta bancos para aquellos que aún esperaban de pie.

La fila llegaba más allá de la vista, por lo menos un trayecto de un kilómetro tuvieron que recorrer mil abuelitos. En punto de las 3 de la tarde, elementos de la Secretaría de Bienestar informaban que las vacunas e habían acabado, que nadie más recibiría la inmunización; sin embargo, minutos después , al  ver la inconformidad de los rostros desgatados por la vida que aún se encontraban en el lugar, decidieron seguir con el protocolo sanitario.

La noticia que corrió de boca en boca, provocó que la desilusión en las personas al final de la fila y en minutos se redujo el número de personas en espera, muchos se fueron sin enterarse que aún tendrían la oportunidad de recibir la vacuna.

De acuerdo con los organizadores, este día sólo se aplicarían mil vacunas, por lo que otorgarían el mismo número de turnos para quienes decidieran esperar bajo los rayos del sol.

Con mayor agilidad, comenzaron a caminar los mayores de 60 años. Cerca de las 6 de la tarde, una señora que se ubicó al final de la ya más corta fila, dedujo en voz alta que ya no alcalinizaría a recibir la inmunización y sin pensarlo dos veces llamó a su familiar y preguntó:

¿Estás en casa?(…) Te mando mi ubicación, me traes una silla un cobertor”

Nuevamente serán varios quienes esperarán desde la madrugada, conseguir los primeros lugares para intentar obtener una de  las mil vacunas de Pfizer que se aplicarán el jueves 25 de febrero como lo ha prometido este centro de salud.