El 1 de mayo es la fecha meta para que, por fin, comience la demolición del Hospital de San Alejandro, así lo anunció el director general del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), Zoé Robledo.
Este martes se realizó la Primera Sesión Extraordinaria del Consejo Consultivo del IMSS Puebla. A dicho evento acudió la delegada María Aurora Treviño García, Zoé Robledo y el gobernador Miguel Barbosa Huerta.
Como último punto, se le concedió a Robledo el uso de la palabra y durante su discurso, anunció que el próximo 1 de mayo es la meta para que comience la demolición “tan esperada” del Hospital de San Alejandro y aceptó que es necesaria la capacidad de atención que tanto demandan los derechohabientes del IMSS en Puebla.
(…) en el caso de San Alejandro, la pandemia nos llevó a caminos que no tenían salida y hoy es necesario, pero finalmente se va a resolver. Es lo menos que podemos hacer.
El director general del IMSS también comentó que para este 2021 el rubro que tuvo mayor aumento de recursos fue conservación y mantenimiento, lo que implica que se va a invertir para mejorar las condiciones en las que se encuentran los hospitales del Seguro Social.
Esto implica la mejora de elevadores, aire acondicionado, vestidores, baños, comedor, residencias, cocinas, entre otros. Sin embargo, el personal de los hospitales decidirá por dónde empezar debido a que se les preguntará qué es lo más urgente para ellos.
Por último, Robledo reconoció que la conversión de hospitales covid-19 implicó “sacrificios” que provocaron la disminución de la capacidad de atención de otros padecimientos. Por ello, para este año se pretende, entre otras cosas, implementar jornadas quirúrgicas para que se concreten todas las cirugías canceladas por la pandemia
El Hospital de San Alejandro se perdió luego de los daños en el edificio que provocó el sismo del 19 de septiembre de 2017. Este nosocomio albergaba 415 camas y atendía a pacientes no solo de Puebla sino de la región centro-sur del país.
La falta de infraestructura colapsó los hospitales de La Margarita y San José, los cuales se vieron muy rebasados con la llegada de la pandemia.