Puebla, 18 de marzo del 2024

Indicadores de que debes huir de un profesional de la salud

Por Betzabé Vancini / /
Indicadores de que debes huir de un profesional de la salud
Fotos: Central

Tú, yo y el Ello...

Esta semana tuve la oportunidad de convivir con varios colegas porque preparábamos una serie de talleres que dimos en conjunto y uno de los temas que salió durante la convivencia fue la distribución o decoración de los consultorios médicos y algunas señales que podrían alertar a los pacientes de que tal vez su psicoterapeuta o médico no son tan dedicados o atentos a los detalles como deberían al tratar con personas. Así que hice una lista de cosas a las que hay que poner atención cuando visitas por primera –o segunda o tercera– vez el consultorio de un médico o un terapeuta:

1.- No hay título o cédula profesional o el profesional médico se niega a mostrártelo: si no está a la vista, puedes preguntar y el profesional de la salud está obligado a enseñártelo.

2.- No hay privacidad: no sobra decir que todo consultorio debe tener puertas, persianas, paredes que permitan mantener la confidencialidad de los pacientes. Ninguna consulta puede llevarse a cabo en áreas comunes o con paredes de cristal que expongan al usuario.

3.- Un consultorio impersonal: el consultorio es el lugar en el que pasa más tiempo el profesional de la salud y es un buen indicador que tenga su toque personal, colores, cuadros, plantas, etcétera. La falta de detalles sugiere que la persona no le imprime su toque personal a su trabajo.

4.- Suciedad: una cosa es un poco de polvo que puede acumularse durante el día y otra muy distinta es que haya falta de higiene y haya basura acumulada durante semanas o manchas en el piso o escritorio.

5.- Acumulación: si el escritorio o libreros están llenos de columnas de papeles, folders, vasos, cajas, y cualquier otro objeto puede indicar falta de orden, organización y poca atención a los detalles. ¿De verdad quieres ir con alguien que no encuentra tu expediente?

6.- Demasiados objetos autorreferenciales: cuadros pintados por él o ella, fotos de sólo él o ella, múltiples letreros u objetos con su nombre son indicadores de una personalidad narcisista y de un poco de aislamiento social.

7.- Ausencia de muebles o muebles improvisados: por extraño que te parezca, he visto consultorios que en lugar de sillones tienen una cama individual con cojines simulando un sillón. O psicólogos que dan consulta en sillas plegables. Cuando uno se dedica a tender personas debe invertir en muebles cómodos y adecuados para sus pacientes.

8.- Escritorios desproporcionadamente grandes: lo resumiré en pocas palabras, el tamaño del escritorio es directamente proporcional al del ego y funciona también como una barrera entre el profesional de la salud y el paciente.

9.- Trato impersonal: te trata de manera impersonal u olvida tu nombre con frecuencia. Esto es un indicador de que no está poniendo la atención debida a tu caso. Muchos médicos tratan a sus pacientes como si fueran un número más o peor aún, como si fueran un diagnóstico y se esfuerzan muy poco en tratarles como un ser humano en particular, por comprender sus condiciones especiales, su personalidad e incluso sus necesidades específicas.

10.- Sientes que te juzga: ningún médico, psicoterapeuta o nutriólogo/a debería hacer sentir juzgados a sus pacientes. Sin embargo, en muchas ocasiones los profesionales de la salud toman una postura de “sabelotodo” y dicen cosas que pueden sonar reprobatorias o anteponen sus juicios morales a la hora de tratar con el paciente. Esto hace que no te sientas en confianza de hablar con sinceridad y que, a la larga, probablemente acabes modificando la información que das para no sentirte juzgada/o por él o ella. Me ha tocado saber, por ejemplo, de muchos casos de ginecólogos/as que juzgan a sus pacientes por tener vida sexual activa, por tener varias parejas o por no querer tener hijos.

11.- No te cree: pese a que le explicas tus circunstancias o tu estilo de vida, pone en duda la información que le das. Por ejemplo, me ha tocado ir con endocrinólogos que no me creen que mi alimentación es saludable y que me dicen cosas como “hay que comer mejor” o “hay que hacer más ejercicio” pese a que les hablo con toda sinceridad sobre mi estilo de vida. Si el profesional de la salud que te atiende, cualquiera que sea, pone en duda la información que le das y te trata como si le mintieras, definitivamente tienes que huir de ahí.

12.- Te canaliza con su pareja: esto también es frecuente y es de las peores faltas a la ética. Si tu terapeuta o médico te refiere a cualquier tratamiento con su pareja, por la razón que sea, está entrando en algo llamado “conflicto de intereses”, peor aún si te dice que su pareja ya conoce el caso y que está dispuesta/o a tratarte. Esto implica que, además, rompió la confidencialidad que es sagrada. Es frecuente que ginecólogas envíen a sus pacientes con sus parejas urólogos, o que terapeutas que van a dejar de trabajar por cualquier razón, le refieran sus pacientes a su pareja que también es psicólogo/a. Desconfía siempre de quien te refiere en temas de salud con su pareja, padres, hermanos o cualquier familiar cercano, eso no es ético y sólo quiere decir que tu dinero va a caer en el mismo lado.

En resumen, el consultorio debe ser un espacio privado, armónico en el que el paciente se sienta cómodo y tenga los insumos necesarios para su atención. Es prácticamente impensable pagar por una consulta en un lugar en el que no tienen abatelenguas o en el que te niegan un pañuelo desechable. Y aún más importante que el espacio físico es la preparación del profesional de la salud. Que se actualice frecuentemente, que cuente con una formación en el servicio que te ofrece y que cumpla la ley en todos los aspectos. Con la salud física, emocional o mental no se juega, elige profesionales comprometidos con el trabajo que realizan diariamente.

Como siempre, espero tus comentarios o preguntas en Twitter, me encuentras como @betzalcoatl y en Instagram puedes encontrarme como @psicobetza.