Ay mijo, si eres regidor de Gobernación, no el presidente municipal, mucho menos la primera dama… del país.
Ubícate, mi Marianito. Ya ni yo que soy una perra fina ando por ahí caminando en la calle para no ensuciarme mis cojincitos.
Pero tú, no más porque tras tus Ferragamo de imitación, ya hasta quieres levitar.
Y, peor aún, que cualquiera de los gatos que andan maullando tras de ti se te pongan de tapete.
Guau, guau, guau…
Amigos, me fui exiliada del estado, pero ya regresé ¡más perra que nunca! Grrrr.
Apenas vengo llegando a Puebla y ya me estoy enterando que de lo que andan haciendo estos de la especie eléctrica allá en Tecamachalco, como el tal Marianito Cruz, un perrito criollo que ya cree que tiene pedigree, y sólo porque mi amigo Nachito Mier lo hizo regidor de Gobernación.
Verán…
Ahora que llegué y me reuní con mis amigas, ya saben, entre el plato de croquetas, el agüita Evian y los sobrecitos de carne, les pregunté cómo habían estado las tomas de protesta y qué tal los nuevos alcaldes de este estado.
De todos los que me podían haber dicho, inmediatamente saltó el nombre del Marianito, sí, ese mismo del que ya habíamos escrito en este espacio. Ese que se quitó lo güero “mirrey” para verse más pueblo, el que perdió cuando compitió por el PRI para ser alcalde.
Ahora resulta que ya es de Morena. Wuuf.
Ay, no entiendo cómo mi amigo Nachito Mier lo hizo regidor, debería seleccionar mejor a sus amistades.
No sólo desconoce como los perros en la noche, olvida la cola olida, la mano que le aventó las croquetas.
Se siente un Pomerania en transportadora Louis Vuitton.
Allá en Tecamachalco ni llueve, pero para cruzar un charco lo tienen que cargar entre dos Dóberman para que no se ensucie la orilla de sus pantalones de marca.
Y cuando va al único restaurante que hay allá, primero deben probarle la comida, no vaya a ser que esté envenenada o le echen vidrio.
Guau, guau, guau…
Ahí anda con sus guaruras.
¡Wey, ni te topan! En Teca.
Es más, los tecamachalquenses que pasan por el Palacio Municipal piensan que eres el “carga huesos” de los K9. Ya te sientes el dueño de la cuadra y andas oliendo cada evento del Ayuntamiento.
Pásales unos cuantos ejemplares a Santizo, Wof, Wof, para ayudarle con la inseguridad, haz un eventito de donación, de esos que tanto te gustan…
Pero eso sí, los humanos siempre dicen: “Perro que ladra, no muerde”.
Ya ni Nachito Mier trae tanto Dóberman cuidándolo como tú.