Puebla, 19 de abril del 2024

A 15 años, por fin hay justicia para Lydia Cacho

Por Yonadab Cabrera Cruz / /
A 15 años, por fin hay justicia para Lydia Cacho
Foto: Central

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Lydia Cacho es la viva imagen de una persona enfrentándose al sistema. Ella es una mexicana más que esperó justicia y, a 15 años, al fin llegó.

Es una pena que en México la justicia llegue tarde, que los ciudadanos tengan que enfrentarse a todas las redes de corrupción que se tejen en todos los sectores sociales. Hoy la periodista podrá respirar y dormir tranquila.

Su lucha tiene que reconocerse y celebrarse, pues se enfrentó a empresarios influyentes y asesinos, a un gobernador corrupto y a una Suprema Corte de Justicia de la Nación que le dio la espalda por defender intereses políticos y económicos.

Pasaron 15 años desde aquel diciembre de 2005 cuando fue arrestada en Cancún, Quintana Rooo, por órdenes de Mario Marín, para darle una lección por "difamar" a sus amigos pederastas.

Durante muchas noches lloró, se desesperó, se enojó, pero nunca tiró la toalla y, cada día, cada año, cada instante ella se encargó de que la sociedad y los encargados de aplicar la justicia en México no olvidaran su caso.

Este 3 de febrero, Mario Marín hizo casi el mismo recorrido que hace 16 años realizó Lydia Cacho en contra de su voluntad. Solo que el góber precioso viajó de Acapulco a Cancún, solo que a él no lo torturaron, y hasta podríamos decir que su viaje fue más placentero.

Así como Lydia Cacho, los poblanos no deberíamos de tirar la toalla para exigir justicia y que el exgobernador devuelva todo el dinero que se robó, hubo un sinfín de casos de corrupción, de abusos de poder, de excesos y eso también lo deberían de incluir en la sanción a uno de los gobernadores más corruptos que Puebla haya tenido.

Por supuesto, alguien que siempre dio la lucha a lado de Lydia Cacho y que sufrió con ella y que lloró cuando la Corte exoneró a Marín fue Selene Ríos, fundadora y directora de Central. Estoy seguro de que ahorita ya estaría celebrando la tan anhelada justicia.

Y es que ella no solo dio seguimiento al caso de su gran amiga Lydia Cacho, también se dedicó a documentar toda la corrupción del sexenio marinista. Cada día de la administración, Selene lo dedicó a evidenciar ese abuso por parte del góber precioso. Hoy desde el cielo, Selene seguramente ya está brindando.