La semana pasada se llevó a cabo un foro del magisterio poblano, en el que organizaron a los maestros de educación básica y media superior en diferentes mesas de trabajo, a fin de que intercambiaran sus experiencias sobre las clases en línea y los obstáculos a los que se enfrentaron.
Es así como otra vez maestros de la Sierra Norte fueron conectados en una sala virtual con los del Valle de Serdán, la Mixteca poblana y de las diferentes regiones de la entidad.
Para los docentes resultó ocioso porque dicho ejercicio ya lo habían hecho en ocasiones anteriores sin llegar a algún resultado concreto, más bien eran salas de lamentos, porque todos compartieron lo mismo que ya habían dicho.
Los niños no se conectan, muchos no tienen internet, dispositivos, computadoras, a los padres no les interesa y deben llevar las actividades a las escuelas, comunidades, calles o colonias aledañas a las escuelas.
Pero ahora, los directivos les pidieron que hagan sus propuestas de trabajo para el sistema híbrido, es decir, exigieron a los profes que ellos organizaran el modelo híbrido que implementará la SEP a partir del regreso a clases en agosto, para evitar que haya riesgo de contagio de coronavirus entre los niños.
Pero los directivos pusieron ciertas condiciones que enardecieron aún más a los maestros. Por ejemplo, que por las mañanas atiendan a cierto número de niños y por las tardes de manera virtual a otros, que dividan a los grupos a fin de que se garantice que todos vayan a clases presenciales por lo menos una vez a la semana.
Y el contenido que dan por la mañana sea el mismo que impartan por la tarde a los grupos virtuales, o para no dar clases en las tardes, que dividan a los grupos y le den 3 horas a cada uno de ellos de manera presencial en las escuelas. Por supuesto, los directores no aceptaron peros, ni reclamos ni sugerencias.
Y algunos profes me contactaron para comentarme esta situación, además de que ya están cansados al igual que los niños. Los directores los quieren obligar a trabaje más horas de las que establece su contrato y sin estímulos, tiempos extra o aumento salarial.
Es más, el único estímulo que les ofrecieron fue la posibilidad de aplicar para un examen de prueba “horizontal”, con el que pueden ganar de 700 pesos en adelante como aumento salarial. Aunque muchos saben o dicen que esos exámenes están amañados y para ganar una pírrica cantidad, prefieren quedarse como están.
Así que más vale que haya más sensibilidad por parte de las autoridades de la SEP, porque de lo contrario cualquier modelo que se implemente para la impartición de clases, no funcionará.