Lo que ocurrió en esa rueda de prensa debería de ser sancionado y condenado por organismos garantes de la libertad de expresión, ya que es un exceso a todas luces por parte del gobierno federal en contra de los medios de comunicación.
Sí, al presidente de México poco le importa violar las garantías individuales o sobrepasar por aquellos sectores que lo critican, tal vez por eso, anda buscando quién sea verdugo mediático y se crea la divinidad absoluta, poseedora de ma verdad.
También entiendo que los medios de comunicación incurrimos en excesos, muchos, y más allá de abonar a la construcción de una mejor sociedad, solo difundimos en algunos casos violencia y más violencia, pero en lugar de polarizarnos deberíamos trabajar en la profesionalización de todos nosotros.
También creo y comprobé que la izquierda a veces es tan intolerante u opresora de los derechos humanos que paradójicamente tanto defienden. Que Liz Vilchis quien trabajó en la Jornada de Oriente haya salido en la rueda de prensa de López Obrador presentando un Who is Who de los medios de comunicación, me perturbó.
Ahora resulta que el gobierno federal es poseedor absoluto de la verdad y presenta a los “pinochos” de la semana en los medios de comunicación. De entrada, si López Obrador tendrá una fiscalizadora de las notas en los medios de comunicación que dirá qué es verdad y qué no, también debería de fiscalizar los dichos del propio presidente, para que evalúe que de todo lo que dice es verdad y que es mentira.
De esta forma, podría ser más objetivo su trabajo, sin sesgo y evaluando por igual lo difundido en los medios de comunicación y lo dicho por el gobierno federal. Es más, se puede basar en los ejercicios de Verificado que hacen algunos medios.
También considero que para hacer un trabajo así, el gobierno federal debería de recurrir a un especialista, experto en el tema y no es que demerite el trabajo de Vilchis, pero se tendría que presentar por lo menos una metodología cualitativa y cuantitativa de lo que se está analizando.
Es decir, cuál es la metodología de monitoreo, sobre qué se está trabajando: notas informativas, columnas, artículos de opinión, etc. Hay bastantes estudios sobre conceptos como fakenews, desinformación, entre otros, y no se presentó ninguna base teórica para evaluar el trabajo de los medios de comunicación.
Por eso es que este ejercicio de Who la Who, más bien prevé un linchamiento a los medios de comunicación y periodistas, nada que abone al derecho a la información, la libertad de expresión o la profesionalización.
Y encima de todo, la buena amiga poblana usó adjetivos para evaluar a los medios de comunicación, solo basta escuchar cuando dijo que “López Dóriga se vio más decente porque dejó correr el video 28 segundos”.
Puufff…
Más bien parece propaganda, polarización y odio a quienes critican al gobierno de López Obrador. Debería haber más profesionalismo y aportar soluciones para mejorar, no enjuiciar al mero estilo del presidente.