La mañana del domingo 24, los dogeristas —aquellos grupos que aún quedan del paso por la rectoría de la BUAP y del trienio en que tomaron el Charlie Hall—, se dieron cita para dar un velado banderazo de arranque a las aspiraciones de Moisés Ignacio Mier Velasco rumbo a la gubernatura de Puebla.
Hay que decirlo, aún en el inicio de un bosquejo de precampaña, el grupo dogerista se condujo con el mismo hermetismo; la actitud de una cofradía cerrada a la que pocos pueden acceder y mucho menos pertenecer. Desde siempre,, el dogerismo se ha conducido así, como una burbuja inexpugnable. Tal vez en la BUAP funcionó muy bien, pero rumbo a una sucesión no es la actitud recomendable.
Y máxime cuando Nacho Mier tiene amigos que ni siquiera sabe que están con él.
No se debe olvidar que el hombre de Tecamachalco recibió una especial proyección en el sexenio de Manuel Bartlett. Ahí fue ungido como presidente del Comité Directivo Estatal del PRI y recorrió los 217 municipios donde dejó un buen sabor de boca.
Lo que queda del priismo lo recuerda como un líder mesurado, equilibrado, un hombre receptivo que supo escuchar a las bases.
La misma carrera de Mier Velasco, la vorágine propia de la política lo ha hecho olvidar que, en regiones del interior, en la Mixteca, Sierras Norte, Nororiental y Negra aún tiene adeptos, cuadros que lo recuerdan como un dirigente atinado, acertado y sobre todo que nunca vendió candidaturas como sucedería después, en el sexenio marinista.
Mier sembró un capital político, que aún está ahí en los municipios del interior.
La nota es que Nacho ya se dio a si mismo un velado banderazo y a partir de este momento sus huestes comenzarán a moverse.
Pero estos son los nombres de otros agentes que tendrán injerencia en el 2024.
INMINENTE CHOQUE DE PARIENTES.
Es evidente que tarde o temprano, en semanas o en meses, habrá un choque entre Ignacio Mier Velasco y su primo Alejandro Armenta Mier, quien también también surgió a la política estatal en el periodo de Bartlett.
Al igual que Nacho, Alejandro fue dirigente del PRI, pero lamentablemente bajo la sombra de los hermanos Marín Torres y en especial bajo las codiciosas costumbres de Roberto.
Se trata de protagonistas que más o menos tienen la misma edad; que han ocupado cargos relevantes en la política estatal y que actualmente tienen presencia en la escena nacional.
Pero las personalidades son radicalmente opuestas.
En Cúpula lo hemos dicho sin inquina y sin dolo.
El problema de Armenta es una excesiva beligerancia, una constante confrontación, muchas veces innecesaria.
Y esa actitud la ha trasladado a su equipo, que por cierto, no le suma y muy al contrario le resta. El grupo que conforman Claudia Rivera Vivanco, Inés Parra Juárez, Carlos Alberto Evangelista o Edgar Garmendia de los Santos no le aporta bonos a Alejandro; al contrario, son una carga para sus aspiraciones.
Armenta debe cambiar su proceder. No necesita guerrilleros de la política, sino campesinos que sepan arar el terreno.
NANCY DE LA SIERRA EN LA ORFANDAD PARTIDISTA.
Nancy de la Sierra Arámburo, sin duda pudo tener grandes posibilidades de proyectarse rumbo al 2024; su figura, agudeza, su presencia en el Senado de la República, así como su habilidad para tejer amistades y alianzas pudieron ser los principales activos.
Y hay otro factor que la pudo beneficiar, en todo el país paulatinamente está emergiendo una ola rosa, una corriente feminista que será el gran ariete de Claudia Sheinbaum rumbo a la sucesión presidencial de 2024.
Ese factor pudo ser el cauce que también empujara a Nancy de la Sierra.
Pero el salto a un grupo que en realidad no tiene representación legislativa la dejó en la orfandad partidista.
Nancy no está en Morena y tampoco en el Partido del Trabajo. Además, por si lo anterior fuera desafortunado, lo delicado es que el presidente López Obrador considera al referido grupo como un bloque enemigo.
Las versiones en los pasillos del Senado aseguran que fue el mismo Ricardo Monreal quien bajo la mesa auspició la formación de un grupo incómodo. Eso al margen de la punzante exigencia de reglas claras en Morena para la sucesión lo alejan cada vez más y más de Palacio Nacional.
Nancy pudo utilizar esa gran tribuna en el Senado y también pudo “surfear” sobre la ola rosa que se habrá de mover en todo el país para impulsar a Claudia Sheinbaum.
Pero tomó la decisión de subirse al carro de las voces contestatarias e incómodas.
Fue un salto precipitado que la aleja drásticamente de las posibilidades rumbo al 2024.
EL GOBIERNO BARBOSISTA INSISTE EN MANTENERSE AJENO, PERO TIENE CARTAS PARA JUGAR.
El gobernador Barbosa Huerta en reiteradas ocasiones ha expresado que no tendrá injerencia alguna en la sucesión de 2024 y todo indica que, efectivamente, se habrá de mantener al margen.
Sin embargo, pese a la postura del Ejecutivo, se debe destacar que el gabinete barbosista también tiene figuras que podrían entrar al juego del relevo en Casa Aguayo.
En este momento Gabriel Biestro Medinilla —el cuadro más leal y el que tiene mayor identificación con el mandatario—, está en la banca del equipo; listo para entrar al juego, pero aún no lo llaman a la cancha.
Sin embargo, el gabinete tiene a figuras que rápidamente podrían entablar una prometedora identificación con los sectores sociales de Puebla.
Hay imágenes carismáticas, conciliadoras, que además son bien vistas por los grupos empresariales y sectores productivos.
Si bien es cierto que adolecen de la experiencia política necesaria, tienen el tacto, la sensibilidad social y la prudencia que les puede permitir aprender rápidamente en los tres años por venir.
En el juego por la sucesión las circunstancias necesariamente van a empujar a una imagen femenina.
Y en esa corriente Olivia Salomón Vivaldo y Lizeth Sánchez García podrían ser las figuras que representaran al grupo en el poder. De ninguna manera se deben descartar.
Se trata de mujeres brillantes, exitosas, plenamente identificadas con Puebla y los poblanos.
Y no solo son figuras destacadas, sino sobre todo imágenes limpias.
La carrera por el 2024 ya comenzó y habrá sorpresas.
Como siempre quedo a sus órdenes.
Tw @CupulaPuebla
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