La detención de Mario Marín Torres y, este fin de semana, la de Valentín Meneses vino a mover toda la jugada electoral en Puebla.
El sábado, los líderes estatales del PAN, PRI y PRD estaban listos para anunciar el convenio de coalición con una rueda de prensa virtual, y lo tuvieron que posponer.
La grabaron el sábado, porque ya estaban juntos, pero la soltaron hasta ayer, domingo, todo para evitar que la noticia se cruzara con la de la detención del compadre del “Góber Precioso”.
¿Qué rompió la caída de Marín?
Yo creo que es más que obvio que lo primero que tiró fue la candidatura de Alejandro Armenta. Lo dejó sin nadita de ganas de contender por la alcaldía de Puebla.
La mega alianza PRIANRD quedó intacta en el acuerdo que tenían para las presidencias municipales. La razón por la que decidieron ir en “candidatura común” en 60 municipios es, lamentablemente, la paridad de género.
Entre la paridad y los bloques de competitividad, no lograron cuadrarlo todo para mandar a los candidatos con los que quieren competir. Es la “candidatura común” la mejor forma de evadir la paridad de género.
Lo que sí parece que ha enterrado por completo es la posibilidad de ir en candidatura común en la capital de Puebla, con Lalo Rivera o quien sea como candidato.
Esto, yo creo, beneficia a Rivera, porque sin los votos y la estructura electoral del PRI, el PAN no tiene mejor candidato para contender.
El PRI, mientras tanto, está completamente desconcertado. No entienden el mensaje político tras la detención de Vale si, dicen, “ellos se han portado bien”.
Entre aquello, ya vislumbran quién podría ir por la alcaldía de Puebla: Xitlalic Ceja o hasta Enrique Doger ¡otra vez!
Recuerden que yo hace mucho les anticipé que podría ser Lucero Saldaña.
La caída del Vale también desactiva a actores políticos que han empezado a mover estructura electoral en contra de Morena, el único beneficiado con todo esto.