El Ayuntamiento de San Pedro Cholula está en serios problemas por el poco presupuesto para ejercer lo que les queda del 2021.
Y es que, unas horas después de haber comenzado la entrega-recepción del municipio, los funcionarios de la alcaldesa, Paola Angón se dieron cuenta que dejaron solo 15 millones de pesos para los dos meses y medio por venir.
¿Es mucho o poco?
Veamos.
El presupuesto aprobado para San Pedro Cholula este año fue de 529 millones 805 mil pesos, en simples matemáticas unos 44 millones de pesos por mes.
Angón tendría que tener en caja, mínimo unos 100 millones de pesos.
Estos 15 millones no sirven ni para la nómina mensual, que ronda en los 18 millones de pesos, sin contar que a final de año se tiene que pagar el aguinaldo.
En caja hay sólo 15 millones de pesos, y los pagos comprometidos ya suman más de 50 millones.
Arriaga succionó del Ayuntamiento de San Pedro lo más que pudo hasta el último minuto de su administración.
Tendrá castigo.
Al menos ya lo están comenzando a investigar.
Recordemos la toma de protesta de la alcaldesa por Acción Nacional, Paola Angón dijo que investigaría las dos últimas administraciones.
Y eso que en las primeras filas de su magno evento estaban Luis Alberto Arriaga con su esposa y con Nancy de la Sierra, exesposa de José Juan Espinosa Torres.
“No será una cacería de brujas, pero no habrá encubrimiento, dijo Paola Angón en alusión a los ex alcaldes”.
Otra pedrada a su antecesor: “No vengo aquí a vender espejos ni ofrecer obras de relumbrón ni hospitales que jamás llegaron”.
Arriaga no solo heredó deudas, también algunas plazas de su gente que se aferra al cargo.
Un ejemplo es Erika Castañeda Juárez, quien era su secretaria particular y que, hasta ahora sigue en ese puesto.
Otro problema político-patrimonial, que ya les habíamos advertido en CENTRAL, es el cerro de Acozac, que antes de irse le entregó a una particular a pesar de que alberga una pirámide que es protegida por el INAH.
Y así, empieza a salir poco a poco la herencia de Arriaga al frente de San Pedro Cholula.
¿Quedará impune?