El presidente municipal electo de Puebla, Eduardo Rivera presentó ayer a la mayoría de los perfiles que integrarán su gabinete a partir del próximo 15 de octubre.
Hay varios panistas integrados, como Adán Domínguez, Alejandra Escandón, Bernardo Arrubarrena, Matías Rivero, Fernando Cortés… pero ninguno cercano a la dirigente del partido, Genoveva Huerta, quien reclamaba el 25% de las posiciones.
Rivera hizo efectivo lo que hace unos días declaró quien se perfila para convertirse en su jefe de Oficina, Pablo Montiel. Que no se dejaría amenazar y que entregaría las carteras conforme a capacidades y no por “recomendaciones”.
Aún así, el grupo de la dirigente todavía tiene esperanza, pues Pablo Montiel citó a su interlocutor este viernes 8 de octubre para platicar del acuerdo.
Claro, esta reunión se dará después de que la mayoría de las posiciones ya fueron entregadas, y las más importantes. A excepción de Seguridad Ciudadana.
Quedan pocas carteras que repartir, que pudieran ser peleadas por Genoveva Huerta para la gente del partido: Juventud, Protección Civil… qué más pueden ofrecer. Pero esa no es la pregunta, sino ¿a cambio de qué?
Las posiciones se piden por el apoyo que, aseguran, este equipo dio para el triunfo de Eduardo Rivera en la capital. Algo muy difícil de medir, puesto que su victoria fue de más de 10 puntos, la participación de nadie fue decisiva.
Lo que sí se ve en el gabinete de Lalo Rivera es pluralidad y espacios para el PRI, con quien parece querer conservar la alianza con miras al 2024.
Y es que vean: la dirigencia del PAN amaga con esa elección, con cerrar los espacios, pero Eduardo Rivera sabe que con el capital político que logre en la alcaldía, económico y la alianza del tricolor, la negociación estaría de su lado.
Otra razón por la que Lalo Rivera está a la espera es porque aún no se ha resuelto la dirigencia del PAN, y su grupo hará todo lo posible para que la dupla Ana Teresa Aranda- Marcos Castro sea la ganadora, y entonces sí, ya no le “deberá” nada a nadie.