Puebla, 28 de marzo del 2024

Las mujeres del Yunque piden a un hombre

Por Viridiana Lozano / /
Ana Teresa Aranda, una de las primeras mujeres panistas en tener más poder y reconocimiento —antes del morenovallismo— salió a pedir una “elección mixta”
Ana Teresa Aranda, una de las primeras mujeres panistas en tener más poder y reconocimiento —antes del morenovallismo— salió a pedir una “elección mixta” Foto: Especial

175027894

En los últimos años hemos sido testigos de la lucha de las mujeres por la paridad de género, por ser apoyadas para lograr más espacios en todos lados: en las universidades, como funcionarias públicas, en el sector privado y, por supuesto, en el ámbito político.

Completamente contrario a este pensamiento, en algo que es completamente machista, ha surgido un movimiento en Puebla para evitar que una mujer llegue a la dirigencia estatal de Acción Nacional.

Escribí un poco la semana pasada sobre esto, pero lo que ha sucedido en las últimas horas me obliga a seguir en este tema.

Si lo desconocen les explico. Resulta que la dirigencia nacional del blanquiazul decidió aplicar la paridad de género en la renovación de los Comités Estatales de todo el país. Puebla y más estados quedaron reservados para mujeres.

Sí, sólo mujeres podrán contender y será una mujer quien dirija al PAN en el proceso electoral del 2024.

El Yunque, que impulsaba como candidato a Marcos Castro, vio esto como una imposición de facto para la reelección de la actual líder, Genoveva Huerta.

El primero de este grupo en atacar fue el exdirigente municipal, Rafael Von Raesfeld, pero este fin de semana la situación alcanzó otro nivel cuando Ana Teresa Aranda convocó a rueda de prensa.

Lo que dijo me dejó atónita. Yo esperaba que Ana Tere se destapara para competir por dirigir el partido, cargo que ya ha ostentado antes y para el cual tiene amplia experiencia.

No fue así.

Ana Teresa Aranda, “La Doña”, una de las primeras mujeres panistas en tener más poder y reconocimiento —antes del morenovallismo— y hasta aspirante a convertirse en gobernadora de Puebla, salió a pedir una “elección mixta”.

Ella expuso que la dirigencia nacional, que encabeza Marko Cortés, sabía que, en Puebla de los tres aspirantes a dirigir el partido, dos son hombres, por lo que bajo su lógica se les debe dar, a los hombres, la posibilidad de participar en el proceso.

Ve, o sospecha, que asignarlo a una mujer fue allanar el camino a Genoveva Huerta y dijo que “huele” a imposición, pero eso no es lo importante, a mi parecer.

Lo importante, lo que da vergüenza, es salir a una rueda de prensa con más mujeres panistas junto y tras ella, a pedir que el proceso se abra a los hombres ¡poooor!

No llevamos años luchando por ocupar lugares que, durante décadas, siglos, han sido exclusivos para los hombres.

Además. No existe en las filas del PAN una mujer capaz de contender en el proceso interno. ¿Cuántas militantes son? Digo, ahora que lo pienso, no sé si Ana Tere pueda ir dado que renunció a sus filas y apenas regresó en el proceso electoral pasado, cobijada, por cierto, por Marko Cortés a quien hoy critica.

Estoy segura que entre los miles de afiliadas a Acción Nacional hay muchas que podrían tomar el mando. No sé si Genoveva Huerta, por esta decisión, va a ganar, pero si realmente quieren impedir que continúe ¡Compitan!

No se presenten a pedir que los hombres sean tomados en cuenta en la contienda. Porque además no se trata de eso, lo que en realidad piden es que Marcos Castro pueda ir, porque ya le invirtieron tiempo y dinero, porque su llegada se ha hablado en todas las mesas políticas y llevan meses trabajando con la militancia para que voten por él.

Critican la “imposición” de Genoveva Huerta, pero apuestan por otra. Por la de un hombre.