El desafuero del diputado federal, Saúl Huerta acusado de algo tan grave como es el abuso sexual en contra de menores de edad será votado, si es que lo logran, a unas semanas de que termine su periodo como legislador.
El 21 de abril, Saúl Huerta fue detenido en un hotel de la Ciudad de México, acusado de haber drogado y abusado sexualmente de un joven a quien capturó en Puebla con la promesa de darle trabajo en la Cámara de Diputados.
El chico logró escapar de madrugada y pidió ayuda a las autoridades. A medio vestir, Saúl Huerta fue encontrado en la habitación en donde pasaba la noche a solas con el menor, fue detenido pero liberado apenas unas horas más tarde gracias al fuero constitucional que lo protege.
Una semana después, la Fiscalía de la Ciudad de México formalizó ante la Cámara de Diputados la solicitud de desafuero en contra del legislador. Una solitud que fue completamente ignorada en el periodo ordinario de sesiones y, como los diputados ya están en receso, necesita un periodo extraordinario para su aprobación.
Legisladores han protegido a su excompañero de curul retrasando una y otra vez que el tema sea pasado al pleno.
Por fin, parece que el 11 de agosto el desafuero de Saúl huerta, y del diputado federal electo, también por Puebla, Mauricio Toledo, acusado por enriquecimiento ilícito, será votado.
Pero esto sucederá casi cuatro meses después de haberlo capturado in fraganti en tan atroz crimen, después de haber cobrado quincena tras quincena su sueldo. ¡Ya para qué! Si el 14 de septiembre termina su periodo como legislador y también su fuero.
¡Para qué! Si a estas alturas ya debe estar bien escondido para evitar ser detenido. Le dieron casi cuatro meses para lograrlo.
Puro show legislativo para poder presumir que lo desaforaron, cuando pudieron y tuvieron que haberlo hecho de forma inmediata.
No es un asunto de corrupción. No es una persecución política. Es un abusador de menores que todo este tiempo ha gozado de la protección del poder.
***
A propósito de la renovación del PAN en Puebla, ya saben que Marcos Castro anda buscando el cargo, pero el partido también lo anda buscando a él.
Y es que desde 2017, junto con otros seis regidores, fue denunciado por el entonces dirigente Pablo Rodríguez, por deber las cuotas partidistas.
Si lo ven díganle que pase a pagar por fis, porque si no seguirá en la lista negra de quienes ocupan al partido para llegar a un cargo y luego ya no cumplen con sus obligaciones.
¿Pues no que mucho amor al PAN?