En las reuniones políticas y de gobierno, como en muchas sociales, hay algo que se llama código de etiqueta. Cuando un funcionario, empresario o invitado especial es convocado le dan información sobre la hora y lugar del evento, y este código para saber cómo debe ir vestido.
Sucede por supuesto que, en los eventos del presidente de la República, para evitar que por creer que es un evento presidencial, uno debe ir de traje o vestimenta formal y no terminar topándose con el presidente en jeans y camisa casual.
Lo que rige esta norma es básicamente eso, que nadie vaya a verse más elegante que el presidente. Es más, si en un encuentro él decide quitarse la corbata, todos tendrían que hacer lo mismo.
Les cuento esto porque algo así ha pasado con el cubrebocas. Muchos en los eventos públicos han decidido no usarlo porque se sienten con la confianza de que el presidente no lo hace.
Ni se diga en reuniones privadas, López Obrador no lo usa y los demás tampoco.
Ahora se pagarán las consecuencias de este, yo diría, pésimo hábito que, además, ha provocado que muchos de los mexicanos se nieguen a seguir esta norma y hasta les ha ayudado a sustentar la estúpida teoría de que el coronavirus no existe.
Este 24 de enero, López Obrador confirmó que dio positivo a coronavirus y que tiene síntomas, aunque dice que son leves.
El presidente no usa cubrebocas ni respeta las normas de sana distancia. ¿A cuántos entonces pudo ya haber infectado?
Ayer, 24 de enero, el presidente estuvo en Nuevo León y tuvo varios eventos. De acuerdo con la información pública que difunde Presidencia, estuvo en la Inauguración de instalaciones de la Guardia Nacional. Ahí tuvo contacto con el general Luis Cresencio Sandoval y Luis Rodríguez Bucio, titular de la Guardia Nacional; Rafael Ojeda, titular de Marina; el gobernador de San Luis Potosí, Juan Manuel Carreras, y la titular de Seguridad, Rosa Icela Rodríguez.
Inauguración de Instalaciones de la Guardia Nacional.
— Gobierno de México (@GobiernoMX) January 24, 2021
Soledad de Graciano Sánchez, San Luis Potosí. pic.twitter.com/04fw9frs9y
El sábado 23 de enero estuvo en la revisión de avances del programa Sembrando Vida, otra vez estuvo ahí Juan Manuel Carreras; y también el secretario de Desarrollo Social, Javier May.
Evaluación del programa “Sembrando Vida” en la Comunidad de Aprendizaje Campesino (CAC) “San Antonio”.
— Gobierno de México (@GobiernoMX) January 24, 2021
Moctezuma, San Luis Potosí. pic.twitter.com/J8dTglnl2U
Ese día se reunió con Clara Luz Flores, la candidata de Juntos Haremos Historia a la gubernatura de Nuevo León. Ella dice que tiene anticuerpos porque ya estuvo enferma, pero que se hará la prueba.
En un desayuno amable y constructivo. #sábado@lopezobrador_ pic.twitter.com/qE6Mq9NaiJ
— Clara Luz Flores (@claraluzflores) January 23, 2021
Ese día hizo también una revisión de avances de programas sociales con la subsecretaria de Desarrollo Social, Ariadna Montiel; otra vez estuvo con el gobernador de Nuevo León, Jaime Rodríguez; y el de Desarrollo Social, Javier May.
El viernes 22 de enero hizo una llamada al presidente de Estados Unidos, Joe Biden y estuvo en una mesa sin sana distancia ni cubrebocas con el canciller, Marcelo Ebrad, el empresario Alfonso Romo, un hombre de avanzada edad, y su traductora, Lilia Rubio.
Conversamos con el presidente Biden, fue amable y respetuoso. Tratamos asuntos relacionados con la migración, el #COVID19 y la cooperación para el desarrollo y el bienestar. Todo indica que serán buenas las relaciones por el bien de nuestros pueblos y naciones. pic.twitter.com/QEVK4UgFuo
— Andrés Manuel (@lopezobrador_) January 23, 2021
Estas son las reuniones públicas ¿y las privadas?
¿A cuántos contagió el presidente?
Si es el presidente de la República y tiene que seguir trabajando, como él ha argumentado, ¿por qué chingados no le hacen todos los días una prueba?