Una vez que en Puebla han sido vacunados casi todas las personas mayores de 40 años pensamos que la habíamos librado. Veíamos el regreso a clases para agosto más que posible. Acariciamos, casi pudimos tocar la normalidad.
Todo se ha arruinado.
Como está sucediendo en el país la tercera y en el mundo entero la tercera ola de coronavirus nos alcanzó.
Ha sido fácil y tenemos todo para culpar a los casi 500 estudiantes que a finales de junio regresaron de un viaje a Cancún en el que no hubo ni sana distancia ni medidas contra la pandemia.
Todos hemos visto los videos de las fiestas en las que cientos de ellos estuvieron.
Hoy, más de la mitad se han hecho la prueba y 128 han dado positivo. Dos de ellos, dicen, con la variante Delta que tiene la capacidad de contagiar de 8 a 10 personas.
A su regreso los estudiantes han sido portadores del coronavirus que, desde entonces, ha incrementado exponencialmente.
No son los únicos, todos nos hemos relajado. Los restaurantes lucen atiborrados, hemos planeado vacaciones y regresamos a las reuniones privadas con familiares y amigos.
Las estadísticas no mienten.
Según reportó este 13 de julio la Secretaría de Salud en Puebla, en junio teníamos un promedio de 30 casos diarios.
En la primera semana de julio el promedio de casos activos fue de 77 diarios.
A inicios de julio se reportaban 127 hospitalizados, para este 12 de julio ya son 185.
El 71% de los casos están en la zona conurbada de Puebla
“Es claro que nos encontramos en el ciclo de una tercera ola”, dijo el titular de la Secretaría de Salud, quien prevé que a principios de septiembre lleguemos al pico más alto.
Se han incrementado un 60% los casos activos, un 24% el índice de positividad, un 53% la ocupación de camas hospitalarias, 72% el número de pacientes que necesitan ventilación mecánica
Solo la mortalidad hospitalaria ha disminuido, gracias a que los más vulnerables han sido vacunados.
Las clases presenciales no están canceladas, están fechadas para el 30 de agosto y el gobierno ha dicho que tomará una decisión cuando la fecha esté más cercana.
Otra vez no vale la pena salir sino es necesario hacerlo.
Todos estamos hartos, todos necesitamos vida social y vacaciones, pero otra vez estamos en riesgo de contagio y de rebasar la capacidad hospitalaria.
Si puedes ¡quédate en casa!
