No es nuevo que el PRI ha ido en debacle desde que Enrique Peña Nieto dejó el poder y llegó la Cuarta Transformación, con Andrés Manuel López Obrador.
En Puebla su caída sucedió antes, fue en 2010, cuando terminó el terrible sexenio de Mario Marín Torres y ganó por primera vez Rafael Moreno Valle, con la novedosa figura de la megalianza.
Empezó la caída, pero no había sido tan estrepitosa. Este día mi compañera periodista Elena Domínguez, publica un especial sobre los resultados del tricolor, elección tras elección.
En 2007, cuando eran gobierno, gobernaban 145 municipios. En 2010, Javier López Zavala perdió la gubernatura, pero la fuerza del tricolor siguió al interior del estado, lograron gobernar 104 alcaldías.
Para el 2013, el tricolor bajó a 87, en el 2018 fueron 78, un número aún bastante considerable si tomamos en cuenta que en esa elección la ola de López Obrador desbancó a varios políticos y sus partidos.
Este año, el líder nacional tuvo la magnífica idea de aliarse al PAN y materializar el discurso que desde hace años repetía Andrés Manuel: que el PRI y el PAN siempre fueron uno mismo.
Los resultados de esta alianza en Puebla han sido catastróficos para el tricolor.
Ganaron 57 presidencias municipales, pero en la figura de candidatura común, en los hechos solo en 20 gobernarán sus militantes.
Lo mismo para las diputaciones locales de mayoría relativa, ganaron 9, pero 7 son en alianza, solo dos son para sus militantes: la de Huauchinango, con Laura Zapata y la de Ajalpan con Adolfo Alatriste Cantú.
El tricolor puede, si quiere, presumir que ganó la alcaldía de Puebla con Eduardo Rivera, pero el panista es panista de cepa y los espacios más importantes serán para su partido, pronto, yo creo, la alianza quedará olvidada.
¿Qué municipios gobernará el PRI solito? Si no al final se la tiran, Zacatlán con Pepe Márquez, de ahí en fuera pues Cañada Morelos, Albino Zertuche, Coxcatlán, Chila, Chinantla, Guadalupe, Huehuetla, Juan Galindo, Nauzontla, Ocoyucan, Olintla. También Petlalcingo, Xayacatlán, San Salvador el Seco…
Ahora mismo el PRI pelea porque entren tres de sus diputados plurinominales: Estefan Chidiac, Isabel Merlo y el dirigente, Néstor Camarillo. La operación para ello es primordial, porque sino ganan ellos el tercer espacio, será ocupado por el cuarto en la lista de Morena: Edgar Garmendia, detractor del gobernador del estado.
La llegada de Camarillo impedirá que una curul sea ocupada por Garmendia. Diría que es difícil lograrlo, pero como la dirigencia de Morena no sabe ni inscribir candidatos, seguro que el PRI les come el mandado.
