Ayer circuló la versión de que el Director General de Administración de Raciel López en la Secretaría de Seguridad Pública, Alfonso Agustín Rustrian Zaragoza, fue detenido en Guatemala.
¿El motivo? Supuestos nexos con las bandas de narcotraficantes en Chiapas y Guatemala.
¿Acaso esa fue la verdadera causa de la salida de Raciel López Salazar?
Por lo pronto, las cosas aún no se acomodan en la Secretaría de Seguridad Pública de Puebla.
Para muchos servidores públicos que integran esta área, sigue siendo una de las principales preocupaciones el hecho de que no hay un secretario nombrado.
Continúa Rogelio López Maya como encargado de despacho.
El gobernador Miguel Barbosa Huerta advirtió ya el viernes pasado que vendrán nombramientos en el área del Centros de Readaptación Social, y podría ser cuestión de pocos días que haya más cambios.
No los dio a conocer porque quizá se revelaría su estrategia.
Por otro lado, parece haber cierta calma con la eliminación de los Grupos Especiales en Puebla y la creación de la Unidad Mixta de Reacción (UMIR) que ha dado ya los primeros resultados.
También, parece que de algo sirvió el manotazo que dio el gobernador con el grupo de Vialidad Estatal.
Aunque aún falta instrumentarse en lo legal la eliminación de este grupo —que desde Rafael Moreno Valle Rosas se buscó relevar—, ya se dio la orden de enviar a la Policía Estatal a todos los exagentes estatales.
Además, se mantendrá un área de Peritos para atender los temas viales.
Desde el 16 de abril se ordenó que se les quiten los rótulos a las patrullas con la leyenda “Policía Vial” así como las motopatrullas.
Mientras tanto, como encargado de despacho de la Subsecretaría de Desarrollo Institucional y Administración Policial, llegó sigilosamente Ardelio Vargas Carrillo, el hijo del Subsecretario General de Gobernación, Ardelio Vargas Fosado.
Por cierto, detrás de la UMIR, también sigilosamente se encuentra Omar Álvarez Arronte. A quien, curiosamente, aún han evitado presentar formalmente como titular de esta área o pareciera que no quieren presumir, quizá por su filiación meramente priista.
Estos dos movimientos solo confirman quién fue el verdadero y gran ganador en el último pleito por la cartera de Seguridad Pública en el gobierno de Puebla.