Puebla, 24 de abril del 2024

Se pela el ex ministerial protector del Crimen Organizado en Puebla

Por Edmundo Velázquez / /
Se pela el ex ministerial protector del Crimen Organizado en Puebla
Foto: Central

CUENTA HASTA DIEZ

Arturo Valerio Amador, el excomandante que está relacionado con una serie de cobros de piso, y que por años estuvo encubriendo a miembros de la delincuencia organizada en Puebla, ya se les peló a las autoridades poblanas.

La liga de Valerio Amador con varios grupos delictivos es añeja.

La supo Juan Luis Galán Ruiz, cuando estuvo al frente de la Agencia Estatal de Investigación, y convenientemente guardó silencio.

Entre los agentes ministeriales señalan a Valerio como uno de los agentes que no necesitaban ni el trabajo, ya que tenía negocio de lote de autos, tenía propiedades y presumía hasta excentricidades en su vestimenta. 

El agente ministerial tenía un historial bastante cuestionable. De entrada, en marzo del 2011, se le acusó por la muerte de Derick Alberto Vela Serrano, quien había sido detenido por robo de vehículo.

El asesinato jamás se aclaró y Valerio quedó impune.

Cuando estuvo al frente de la Comandancia Especializada en Robo de Vehículo, cobraba 500 pesos por las revisiones que hacía a cada vehículo en distintos tianguis del estado de Puebla.

Tenía una mina de oro.

Y así se mantuvo por años hasta que cayó su protector, Juan Luis Galán Ruiz.

Pero al abandonar la Fiscalía General del Estado mantuvo la relación que más le convenía.

La del Crimen Organizado.

El excomandante Valerio está detrás de la protección que tuvieron por años grupos como la banda de “El Grillo” y todas sus ramificaciones.

Mantuvo tratos con quienes controlaron el Mercado Morelos, La Cuchilla, el Unión y más.

Valerio pasaba información privilegiada, daba pitazos. Y cobraba caro.

Por eso, de un día para otro comenzó a tener propiedades, lotes de vehículos y demás símbolos de un nuevo rico.

Recientemente se exhibió como uno de los principales extorsionadores de la zona de la 46 Poniente. E incluso provocó, a través de terceros, un incendio en una bodega perteneciente a locatarios de la zona, quienes no quisieron mocharse con él.

Exacto, porque buscaba cobrar piso en este y otros puntos de la capital poblana.

Pero parece que algo le dio frío. Quizá ver su nombre nuevamente entre la prensa.

Porque ya se nos peló.

Sus excompañeros ya saben que se fugó de Puebla y se fue a guardar unos días en otra ciudad del país.

Lo peor es que avisó que cualquier cosa, pues que lo busquen donde tiene más propiedades. Y eso es en Guadalajara, Jalisco.

Así que si tienen algún pendiente con el excomandante, amigos de Fiscalía, lo encuentran por allá.