Puebla, 29 de marzo del 2024

AMLO, un conservador de clóset

Por Edmundo Velázquez / /
AMLO, un conservador de clóset
Foto: Central

CUENTA HASTA DIEZ

El presidente Andrés Manuel López Obrador ha encontrado una verdadera oposición en los grupos feministas, e incluso entre los integrantes de la comunidad LGBT+.

Las feministas han evidenciado que hay un fantasma conservador que se apodera del presidente de izquierda.

Con “el muro de paz” que instaló afuera de Palacio Nacional y la detención de una activista por parte de las autoridades de la Ciudad de México, justo a unas horas de que inicien hoy las manifestaciones por el 8M, la izquierda de López Obrador se parece más a un ala conservadora que jamás eliminó su tufo priista.

Esa misma esencia de compadrazgo valemadrista dejó que Félix Salgado Macedonio sea el próximo candidato a la gubernatura de Guerrero.

Esa misma esencia conservadora incluso ha hecho que aquellos que hace un año se quejaban por la pinta de monumentos –la mayoría de una conexión conservadora evidente– hoy estén criticando la colocación del muro de paz.

Pero, a pesar de las críticas nacionales, el pésimo timing de López Obrador, su falta de empatía y su cerrazón, en todas las encuestas locales, la marca Morena va arriba.

Bueno por lo menos en Puebla.

Póngale usted el nombre que quiera en la boleta, póngale al contrincante que guste.

MORENA sigue pesando mucho en la Ciudad de Puebla.

Aunque usted no lo crea, la marca MORENA tiene entre 12 y 13 puntos arriba dependiendo de las distintas mediciones que se han hecho. O por lo menos las que todos los morenistas locales traen bajo el brazo.

Sí, a pesar de las pésimas respuestas de AMLO.

A pesar de los estragos que han dejado sus declaraciones.

A pesar de que no ha podido administrar el país en un contexto de pandemia.

A pesar del alza en gasolinas y la caída del peso.

La gente, la mayoría de los poblanos en la capital, siguen bajo el hechizo de MORENA.

Y pues, ahora, los operadores de Acción Nacional, el PRI, el PRD están aún a tiempo de revisar que la próxima elección será para aquellos que manejen una técnica electoral muy precisa y mucha movilización.

Juega el covid-19, juega el miedo, juega el dolor del pueblo mexicano, el hambre y el desempleo.

¿Pero qué más juega contra MORENA?

El volver a colocar en las encuestas a muchos nombres que al escucharlos no precisamente hacen sonreír a la gente.

Y a pesar de personalizar con el candidato que guste, en todas las encuestas la marca Morena sigue con un peso brutal.

Aún así, pareciera que López Obrador sigue empecinado en dilapidar su ventaja. O sabe muy bien que las próximas elecciones las tiene ganadas.

Finalmente, ¿qué puede preocupar a un López Obrador una elección intermedia cuando ya movilizó a suficientes seguidores y una maquinaria fuerte por varias campañas presidenciales en las que resultó bastante bien parado?

Suena a que la intermedia no le preocupa cuando ya cayó del lado oscuro del poder.

Y, sin miedo a equivocarme, el presidente seguirá con su discurso rancio, retrógrada y ensimismado.

Parece que el ánimo conservador del presidente de la República podría jugarle la contra y minar esos puntos por arriba que trae su marca.

O por lo menos, eso está exhibiendo el movimiento feminista en México.

Hoy estaremos atentos a las enseñanzas del movimiento feminista, el desarrollo del 8M y por supuesto, veremos qué dirá López Obrador para seguir dilapidando su ventaja.