Puebla, 26 de abril del 2024

El invitado inesperado

Por Yonadab Cabrera / /
El invitado inesperado
Foto: Central

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Ahora sí me la volé, y es que les juro que por más que me esfuerzo para no llegar tarde, mi atraso es de hasta una hora. Lo sé, mi impuntualidad es la madre de todos mis males.

Esto ocurrió hace una semana. Tenía una rueda de prensa de la Secretaría de Cultura del estado, donde presentaron las diferentes actividades para Día de Muertos.

La cita era a las 12:30 del día y por supuesto yo llegué a las 13:40. Media hora en lo que llegaba al evento y media hora porque me equivoqué. Llegué a uno de los estacionamientos que se ubican atrás del Congreso del Estado, justo en la 3 Poniente.

Dejé el carro, aventé las llaves, le arrebaté mi ticket al dador de tickets y salí corriendo por la 16 de Septiembre. Me metí a la oficina de la Secretaría de Turismo ubicadas en la 5 Poniente justo atrás de la Catedral.

Allí había una comida a lo grande, en la mesa principal estaba la mesa de honor con Lalo Rivera; el secretario de Turismo municipal, Alejandro Carreño; la secretaria de Turismo del estado, Martha Ornelas, entre otras personalidades.

En el resto de las mesas del patio estaban la tía Lupita; Olga Méndez, presidenta de la Canirac; restauranteros; más empresarios y gente que no conozco pero que se veía que eran importantes. Había meseros por doquier y una mesa repleta de comida y bebidas.

Estuve buscando un lugar para sentarme, algún compañero reportero, alguien que me pudiera dar señal de luz de lo que estaba ocurriendo, de lo que había pasado, de lo que ya habían declarado.

Ni siquiera veía un lugar asignado para reporteros —supongo que nos tenemos que sentar entre los invitados distinguidos, qué raro no dijeron que sería comida, en fin—.

Y mientras seguía recorriendo la mesa en busca de alguien conocido, me encontré con mi amiga Belén Cancino, enlace de prensa de la Secretaría de Turismo. Al verme hizo los ojos grandes, los peló, pero imaginé que era porque le daba tanto gusto verme.

—Amiga Belén ¿Cómo estás? Dichosos los ojos, hasta que veo a alguien conocido que me informe qué está pasando, dónde me puedo sentar, qué han dicho sobre el evento.

Pero Belén seguía atónita, no daba cuenta de lo que estaba ocurriendo, hasta que:

—Amigo ¿Qué haces aquí?

—Pues vengo a la rueda de prensa.

—¿Cuál rueda de prensa?

—A la que invitaron para anunciar las actividades de Día de Muertos.

—No amigo, este es un evento privado, la rueda de prensa es a lado, en la Casa de Cultura.

—¡A chinga! ¿Qué no es aquí?

—No, aquí es Turismo y es una comida privada, no puedes estar.

—Amiga, perdóname, te juro que no tenía idea se me cruzaron los cables y como vi movimiento supuse que era aquí ¡Ay Dios! Ahora ya se me hizo tarde para mi evento.

Me despedí de abrazo de Belén y salí corriendo, la verdad es que no tenía idea de dónde me había metido y si estaban discutiendo algo importante o el futuro de la ciudad, no cuenta me había dado ni me percaté de lo que hablaban.

Por supuesto, salí corriendo y al evento que era de mi interés llegué ya que se estaban despidiendo.

Moraleja: No sean impuntuales.

¡Claro! Chinguen al guapo.