En 2020 y todavía bajo la dirección de Alfonso Esparza Ortiz, se ejercieron de manera irregular 177 millones 633 mil 831 pesos en la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla (BUAP), estas anomalías se centraron en pagos no autorizados a trabajadores y la compra de equipo con recursos que no estaban destinados a este fin.
Así se desprende del informe individual de la cuenta pública 2020 dado a conocer este jueves por la Auditoría Superior de la Federación (ASF), en el que se detalla que la BUAP cometió al menos cuatro irregularidades al ejercer los más de 4 mil millones de pesos que tuvo como presupuesto durante ese año, e incluso, el órgano de fiscalización solicita al Servicio de Administración Tributaria (SAT) que audite a la universidad.
La ASF detalla que la BUAP, ahora a cargo de la rectora Lilia Cedillo, tendrá que comprobar el uso de 84 millones 669 mil 336 pesos correspondientes a estímulos al desempeño del personal que trabaja en la universidad, ya que el monto excedió el importe autorizado en el convenio de colaboración con la Secretaría de Educación Pública y el Gobierno del Estado.
En la revisión que realizó la ASF se detectó que la BUAP pagó por concepto de “Estímulo al Desempeño de Personal Docente” un total de 227 millones 596 mil pesos al personal que cumplió con el puntaje mínimo requerido por nivel, aunado a ello, se constató que se excedió por estos 84 millones de pesos en el monto autorizado para este rubro.
Otra de las deficiencias administrativas que incluso la ASF consideró daño patrimonial, fue la adquisición de equipo de resonancia magnética, de laboratorio y equipo de cómputo por un total de 40 millones 588 mil 984 pesos, ya que esta compra no estaba autorizada en el convenio de colaboración de apoyo financiero.
También se consideró daño patrimonial el pago de prestaciones de los trabajadores en la BUAP por un monto de 28 millones 383 mil 265 pesos, ya que se otorgaron 21 prestaciones no ligadas al salario, que tampoco estaban contempladas en los contratos colectivos de trabajo de los sindicatos de personal académico y no académico.
La BUAP también incurrió en anomalías al entregar becas, entre estas, las del Sistema Nacional de Investigadores (SNI) por 23 millones 992 mil 244 pesos, ya que no acreditó que los beneficiarios cumplieran con los requisitos establecidos para obtener estos apoyos
Para esta entrega de becas, la BUAP fue omisa, ya que no emitió el comprobante fiscal a nombre de cada uno de los beneficiarios del apoyo y aunque para hacer la auditoría se revisó diferente documentación contable, la ASF solicitó que el SAT investigue a la universidad.
Para que el Servicio de Administración Tributaria instruya a quien corresponda con el propósito de que audite a la Universidad Autónoma de Puebla (…) por no expedir a cada trabajador los Comprobantes Fiscales Digitales por Internet (CFDIs) por el pago por concepto de becas, a fin de constatar el cumplimiento de sus obligaciones fiscales”, indica la ASF.
En diferentes momentos, el gobernador Miguel Barbosa señaló al ex rector de la BUAP, Alfonso Esparza Ortiz de cometer irregularidades con el uso de los recursos públicos que manejaba cuando estuvo a cargo de la universidad.