Vida y Estilo

Crónica: Entre el calor, el suelo y la incertidumbre... así viven los familiares de los pacientes en el Hospital General de Cholula

- Foto: Especial

Son al menos 25 personas que todos los días esperan noticias sobre sus enfermos. Van al baño en la calle, duermen en el piso y pasan frío todas las noches

Por Carmen González/@carmenldn /
Telegram

Una banca con zarapes; rodeada de plástico, cartón y una sombrilla, forman el refugio improvisado construido por Silviano Domínguez, un joven que sufre las inclemencias del tiempo desde hace 7 días en las afueras del Hospital General de Cholula, preocupado por saber en qué condiciones se encuentra su padre.

Todos los días, él junto con otras 25 personas más, esperan impacientes por buenas noticias sobre sus familiares. No les importa soportar el calor, la lluvia o el frío que se siente todas las noches en los alrededores de la institución de salud, ubicada en Ciudad Judicial.

Bajo el abrasador sol de mediodía, familiares de los pacientes ingresados, no dudan en dar a conocer las carencias que sufren por parte de uno de los cinco hospitales que han sido designados, para tratar los casos positivos de coronavirus en el estado.

VER: Hospitales que atenderán a pacientes con coronavirus instalarán túneles sanitizadores (VIDEO)

Además de la frustración de no poder ver ni hablar con sus seres queridos desde hace días, las madres, padres, hermanas e hijos que custodian a sus enfermos, tienen que soportar la falta de servicios de primera necesidad para hacer su estancia un poco más llevadera.

Con los ojos desvelados y el estado anímico muy por debajo de lo normal, Silviano explica la deplorable situación que viven, derivado de la falta de un área o sala de espera que les brinde seguridad, mientras están al pendiente de sus familiares.

Con su mano, el joven señala cada espacio, banqueta y camellón, a manera de exhibir y evidenciar el problema que los aqueja: ni sanitarios, ni un techo dónde pasar la noche.

“Mire las condiciones en que nos tienen a los familiares. Yo traigo lo básico y duermo aquí en la banca afuera del hospital desde hace una semana. Hay personas detrás de mí que duermen sobre el pasto, en los camellones, exponiéndose al frío por la noche y al calor durante el día. Habemos personas que tenemos que cruzar hasta Walmart para ir al baño, pero también se puede ver a otros haciendo sus necesidades bajo el puente, es incómodo, en especial para las mujeres”, expresa el joven con una mirada triste y desolada.

Silviano exige que el hospital designe una zona especial para albergar a quienes custodian diariamente las instalaciones, ya que ellos también corren el riesgo de contraer coronavirus “hasta en la CDMX crearon un espacio para los familiares”, señala indignado por las condiciones en que tienen que esperar noticias de sus familiares.

Pero su preocupación no solo está enfocada a esta situación, también a la falta de certificados médicos que aseguren el estado de salud que los doctores les dan a conocer a las 11 y 18 horas de lunes a domingo. Su padre, Concepción Domínguez, fue internado bajo el diagnóstico de pulmonía, pero la desconfianza hacia el personal de Salud crece rápidamente, debido a los testimonios por parte de los compañeros que hizo durante la semana y en quienes encontró consuelo y apoyo.

“Los doctores dicen que está estable, pero nadie nos asegura que mi padre esté consciente. No sabemos si come, si lo bañan o lo llevan a hacer sus necesidades. Nos preocupa. Si se encuentra bien, queremos escucharlo de su voz”, dice el joven confundido por la situación.

Desde hace una semana viste la misma ropa: pantalón negro y playera negra o roja. Solo va cambiando las playeras, a veces se turna la banca con las otras personas que también esperan noticias de sus familiares. No los dejan entrar, a nadie dejan entrar, son los doctores quienes salen a decir las noticias sobre los enfermos.

“Ayer escuchaba a una familia, les dijeron que su paciente estaba bien y el señor acaba de morir. Incluso, tuvieron problemas con los doctores porque no se pueden explicar cómo fue que de un momento a otro, el señor falleció. Yo tengo miedo de que a mi padre le pase lo mismo, yo quiero verlo y asegurarme de que está bien”.

Sus hermanos y él, hacen hasta lo imposible por adquirir los medicamentos que desde hace una semana, no son solventados por el hospital. Todos los días, ponen de su bolsillo entre 500 y 700 pesos para mejorar la salud de su padre.

La respuesta sobre el abasto de medicamentos por parte del instituto de salud, es poco favorable: “los doctores salen, nos dan recetas y nos piden los medicamentos, porque dicen que el hospital no cuenta con ellos”.

 

 

Su fortaleza es admirable

La señora Aura González Olmos pasa horas esperando de pie y vive con la incertidumbre de obtener un diagnóstico confiable en torno a la salud de su esposo Christian, quien fue diagnosticado con neumonía desde hace 5 días y recibe oxígeno, que le permite respirar de manera normal.

La gorra que la protege del sol cubre parte de la preocupación y tristeza marcada en su rostro ante la falta de información verídica. Gracias al apoyo de sus cuñados, Aura es capaz de cubrir los gastos del medicamento necesario para su pareja, que oscila entre los 800 y 900 pesos diarios: “Todos los días es lo mismo, todos los días me dicen que está estable, pero yo no sé porque no lo puedo ver”, dice la señora.

Extrañamente, a ella y a las demás familias, les han realizado un tipo de estudio socioeconómico con el fin de determinar sus ingresos mensuales. El grupo de familiares tiene la ligera sospecha de que se trata de un plan de apoyo económico que los ayude a costear el tratamiento médico de los pacientes.

cronica1

Maribel, la mujer embarazada que viene de Huaquechula

Maribel es de Huaquechula, tiene 32 semanas de embarazo y según los médicos, presenta una fuerte infección en las vías respiratorias. Desde el 4 abril, su hermana tuvo que recurrir a los servicios del Hospital General de Cholula después de recibir tratos discriminatorios en contra de su familia, por parte de los ciudadanos y el presidente de este municipio.

Desde entonces, la hermana debe viajar casi una hora y gastar cerca de 150 pesos en autobuses todos los días, para poder escuchar los reportes expedidos por el personal de Salud, después de que el alcalde, Ciro Gavilán Domínguez, iniciara una campaña de desprestigio contra esta familia, impidiéndoles incluso la entrada a tiendas y comercios locales, acusando que “pueden contagiar a todo el pueblo”.

 

 

A lo lejos, una trabajadora social alza la voz para congregar al grupo de personas y los invita a regresar a sus casas a descansar.

“Están en el rayo del sol, no han comido, vayan a su casa hasta que venga el doctor con nuevas noticias, si ya les dieron indicaciones sobre el medicamento, pueden irse, no deben estar aquí”, pero no es tan fácil cuando estás del otro lado del problema y vives con angustia e incertidumbre.

“Ayer estuvimos aquí todo el día y nadie nos dijo que no había recetas en el hospital, que no les estaban surtiendo medicamento a nuestros familiares”, increpó una voz.

Judith Zepeda, les aseguró que ella personalmente, surtirá las medicinas.

“La otra trabajadora social es grosera con nosotros”, respondieron los demás.

“ Les solicito que me me pase la información por escrito, porque nosotros no tenemos que comportarnos así. Ahora iré a llamar al médico les va a dar la actualización del día de hoy”, mencionó Zepeda mientras caminaba hacia la entrada del centro de salud.

cronica3

Activistas piden mejores condiciones para los familiares de pacientes

La situación también llamó la atención de activistas como Ángel Manuel Lopez Rafael, quien señaló la importancia de un cerco sanitario alrededor de los hospitales generales designados para luchar contra la pandemia, pues recintos cercanos como Walmart, la torre Titanium y los vendedores ambulantes de Ciudad Judicial, podrían resultar afectados.

El poblano infirió que el gobierno del estado de Puebla y el gobierno municipal de San Andrés Cholula, dirigido por Karina Pérez Popoca, deben sensibilizarse ante la situación que viven los familiares de los pacientes, que se desviven por recibir noticias alentadoras y reencontrarse con sus seres amados.

“Pedimos que el gobierno del estado, en coordinación con la presidenta municipal Karina Popoca reaccionen e instalen un cerco sanitario alrededor de este lugar, proporcionen regaderas, baños y una sala especial. También les pedimos otorgar a cada hospital, equipo, trajes y caretas, así como arcos de sanitización, para que las familias puedan ver a sus enfermos y estén tranquilos, no nos pueden separar de la familia en el peor de los momentos, no se puede ser tan fríos al respecto” concluyó.

COMENTARIOS