Crónicas de una madre en tiempos de Facebook

Lo que la pandemia me dejó

- Foto: Central

 

Por MaFer Garnica /
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¡He vuelto! Realmente no me fui, mi corazón siempre ha estado con Rayas, Central y ustedes queridos lectores, pero antes de esta pandemia y encierro, algo pasó, no lograba conectarme a lo que en un inicio me llevó a escribir semana a semana, ¡nunca deje de intentarlo!, pero algo pasaba en mí.

Cuando la pandemia comenzaba a tomar fuerza, alguien me dijo “para ti es fácil quedarte en casa, estás lejos de tu familia”.

Al igual que ustedes, he tratado de ser fuerte en todos los aspectos posibles, pero me duele en el alma no poder ir a ver la gente que quiero y amo.

Vamos a ser honestos, ha habido un mix de emociones y pensamientos en estos meses, de un día para otro nos volvimos profesores, Club de Cositas, de un día para otro esa libertad absoluta que teníamos se perdió.

Daría lo que fuera por ver a mi familia, he pensado: “¡A la fregada, me subo en ese avión! ¡Vámonos en auto!”, pero hay algo que me lo impide, una especial de culpa adelantada y pavor por llevar este maldito virus a esa gente que amo.

También llega el arrepentimiento por no haber abrazado y besado por más tiempo a la gente que quiero, por posponer esas salidas con amigos por meras tonterías.

Mi mayor preocupación es y será siempre el momento en el cual mis hijos tengan que volver a clases. El saber que estarán en casa no me agobia a pesar del sinfín de tareas que les dejan (sí se han pasado de lanza muchos maestros, pero ese es otro tema), por el contrario me da paz y me hace feliz.

El enojo llega en doble dosis cuándo veo a la gente que ¡le vale madre! Y hace fiestas, sale de viaje, anda en la calle paseando como si nada estuviera pasando… ¡nada! Me da coraje pensar en la gente que por necesidad sale a trabajar y sus ganancias se han visto y se verán afectadas hasta que esto pase y todo esto pasará cuando la gente que no tiene que salir a nada ¡se quede ahí, en su casa!

Dejen de poner pretextos absurdos y sean RESPONSABLES.

¿Qué estamos esperando? Nuestro sistema de salud está colapsado, los doctores pasan jornadas eternas luchando con lo mucho o poco que tienen y lejos de respetarlos y aplaudirles, los ofenden, los amenazan, los violentan. ¿Neta México? Repito, ¿qué esperamos?

Pienso al igual que muchos de ustedes en el futuro: ¿Cómo será la vida? ¿Qué lecciones nos dejó esto? Por mucho tiempo escuche frases como: “¡Quiero más tiempo para estar con mis hijos!”, “¡Quisiera disfrutar mi casa!”. Aquí está su oportunidad.

No pienso hablar del actuar del Presidente, me lo ahorro.

No, no está siendo fácil ni para mí, ni para mi familia, ni para muchos MEXICANOS QUÉ ESTAMOS HACIENDO LO SOCIALMENTE RESPONSABLE y que hoy por hoy sabemos que el acto más grande de amor y humanidad es ¡No salir!

Que dure lo que tenga que durar, pero al final que no falte nadie más.

Súmense #CubrebocasChallenge, pero si no tienen que salir, ¡quédense en casa!, ya la regamos mucho, es hora sí o sí de ponernos las pilas.

Gracias Yona y Viri por volver a confiar en mí y en esta columna.

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¡Nos leemos pronto!

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