El Gran Hotel México de Tehuacán, uno de los más emblemáticos y conocidos del estado de Puebla, cerró sus puertas este día después de 122 años de dar servicio, según a causa de supuestos problemas familiares entre los actuales dueños del lugar.

Una fuente cercana a la familia, señaló a Rayas que las hijas de Luciano Bello Neira —heredero del hotel—, supuestamente decidieron vender el inmueble porque nunca se sintieron atraídas por el negocio familiar, ya que ambas viven en Nueva Orleans y no en Tehuacán.

Sin embargo, las diferencias entre los Bello iniciaron cuando murió el primer dueño del Gran Hotel, Felipe Bello, dejando a cargo a sus hijos Felipe y Luciano Bello Neira. Después de una supuesta disputa entre ambos hermanos, Luciano terminó su relación con Felipe, apartándolo de la administración del lugar.

Don Luciano falleció hace un año en 2019 y desde entonces, la administración ha sufrido varios cambios, entre ellos su cierre definitivo y su venta por parte de las herederas.

“Son personas muy difíciles las que eran dueñas del lugar. Cuando don Felipe Bello, el dueño original falleció, heredó el hotel a sus dos hijos, Felipe y Luciano Bello Neira, pero en un desencuentro familiar, Luciano liquidó a su hermano Felipe y se queda con el hotel. Don Luciano tenía entre 88 y 90 años cuando falleció el año pasado, quedando a cargo sus hijas. Las hijas son juniors, como que no les gustaba el negocio, de hecho no viven en Tehuacán, tiene una casa en Nueva Orleans y ellas son las que decidieron vender el inmueble. Debido a su posición y su actitud, algunos de sus familiares cercanos ni siquiera tienen contacto o trato con ellas, existen muchas diferencias” mencionó la fuente a Rayas.

La contingencia sanitaria afectó bastante al sector turístico y el Gran Hotel México vivió meses difíciles

De acuerdo a información publicada por El Sol de Puebla, fue el pasado jueves 10 de septiembre que los abogados llegaron al hotel para dejar ir a cerca de 30 empleados, bajo el argumento de que existían problemas económicos que provocaron su cierre. Los representantes legales trataron de convenir el pago de liquidaciones de los trabajadores, algunos con más de 30 años de antigüedad al servicio del hotel.