Por las calles del famoso Barrio de El Alto en el Centro de la capital poblana, conduce la camioneta del Consejo Puebla de Lectura A.C., que con ayuda de un altavoz lleva cultura y alegría a las familias poblanas, mientras se encuentran aisladas durante la emergencia sanitaria por Covid-19.
Esta asociación civil constituida desde 2001 por un grupo de entusiastas lectores, nació con el firme propósito de acercar a la ciudadanía con las prácticas y actividades en torno a la promoción y acceso a la lectura, en las comunidades marginadas de la ciudad de Puebla.
Daniel Ramos, Presidente del Consejo desde hace 7 años, explicó en entrevista para Rayas, la valiosa labor que el equipo compuesto en su mayoría por mujeres, realiza todos los miércoles en punto de las 13 horas en las calles empedradas del barrio más antiguo de la capital poblana.
A partir del paro de actividades y servicio al público de la Biblioteca Alma (lugar donde se cocinan todos los proyectos del Consejo) a principios del mes de abril a causa de la contingencia, el equipo pensó de manera analógica en una solución para mantenerse en contacto con la gente del barrio y dejar un poco de lado el uso de la tecnología, para revivir las raíces de una técnica bastante usada en nuestro país: el pregón.
“Nos dimos a la tarea de pensar al revés, de manera analógica y hacer uso de nuestros propios recursos para seguir en contacto con los habitantes del barrio y se nos ocurrió hacerlo a través del pregón, emulando las camionetas que pasan por las calles pidiendo fierro viejo y esas cosas, pero ahora diciendo: ‘tenemos libros para leer, lo que se le ofrezca’ y ha funcionado bastante bien”, dijo Daniel Ramos.
A través de un altavoz que relata las historias de los títulos infantiles y juveniles que forman parte del repertorio del Consejo, hacen un llamado a los usuarios habituales de la Biblioteca Alma y los habitantes de la comunidad, para disfrutar e imaginar mientras guardan su sana distancia y toman todas las precauciones para evitar contagios.
Sin embargo, en su paso por las calles, también llegan a sorprender a las personas que esperan en la parada del autobús, en algún negocio o hasta en el puesto de memelas de la esquina.
Con la colaboración de Robert al volante, Laura Ramírez, Rosario Ramírez y Rosario Juárez, leyendo para el público poblano, las personas pueden disfrutar de una variada selección que incluye cuentos cortos, poesía, rimas, adivinanzas y hasta libros completos, dirigidos en su mayoría al público infantil.
Esta actividad ha gustado tanto que en ocasiones, la misma audiencia ha tomado los micrófonos y se ha unido a los ciclo de lectura, generando unión, participación social y colectiva.
“El otro día estábamos leyendo el cuento de Willy, el Gorila y una señora se acercó a pedirnos permiso para leer en voz alta y esa es la principal función de esta labor, que las personas vivan y participen de esta experiencia de lectura para despejarse y olvidarse por un momento de la realidad. Es como una pequeña cápsula de esperanza para distraerse del encierro en el que viven diariamente”.
A través de los videos publicados en las redes sociales del Consejo Puebla de Lectura A.C., padres y madres han pedido que estos recorridos se realicen en otras colonias de la capital poblana durante el periodo de confinamiento y con ello, abrir nuevos espacios de entretenimiento para niños y jóvenes que no tengan que ver con el uso del internet o los teléfonos celulares, pues gran parte de la población aún vive en condiciones de marginación y pobreza que los excluye del acceso a la lectura, cultura y educación.
“Nos han llegado varias solicitudes para visitar otras colonias, especialmente por parte de los padres de familia. Nos interesa mucho continuar con esta labor, pero necesitamos programarnos y pensar en los recursos que necesitamos para llegar a otras partes. Nos parece necesario que las personas en condiciones de marginación social tengan acceso a la lectura y que sepan que no está condicionada con los estatus sociales, queremos que tengan acceso a la cultura y que formen parte de ello”.
Sin importar lo que suceda, El Consejo de Lectura seguirá trabajando arduamente para llevar esperanza, humor, alegría, diversión y aprendizaje a través de la lectura.
“Queremos decirle a las personas que en el Consejo seguimos de pie en esta pandemia y que a pesar de todas las crisis y carencias que existen, nosotros queremos seguir ofreciendo experiencias de lectura de calidad para todos”, señaló Daniel.
Desde sus inicios, el Consejo Puebla de Lectura A.C., ha generado actividades, congresos, seminarios y talleres de formación para capacitadores en torno a la lectura, además de tener presencia en la selección de acervos para bibliotecas de aula y escolares en instituciones públicas.
Además han contado con el financiamiento de fundaciones extranjeras para llevar a cabo diversos proyectos, apoyando y creando espacios culturales para que niños y adolescentes hagan uso de sus derechos culturales a través de la conformación de bibliotecas comunitarias, siendo precursores de la iniciativa de bibliotecas ciudadanas en Puebla.
Hay un grupo de poblanos que tienen claro que la cultura no debe detenerse ni con una pandemia.
— RevistaRayas (@RevistaRayas) May 23, 2020
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