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Venustiano Carranza, el revolucionario ortodoxo que fue asesinado en Tlaxcalantongo, Puebla

- Foto: Especial / AS México

Para muchos fue realmente un villano de la Revolución Mexicana, pues quiso anteponer sus intereses personales a los de la nación y la gente

Por Yonadab Cabrera Cruz / @yonadi18 /
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Hoy se conmemoran 100 años de la muerte del revolucionario Venustiano Carranza, pues fue asesinado el 21 de mayo de 1920 en Tlaxcalantongo, Puebla, una comunidad enclavada en la Sierra Norte del estado.

Carranza huía de la ciudad de México al puerto de Veracruz para instaurar ahí el gobierno, debido a que su intención de imponer en la Presidencia a Ignacio Bonillas causó una revuelta encabezada por Álvaro Obregón, Plutarco Elías Calles y otros caudillos de la Revolución.

Incluso, ellos recibieron el apoyo de la mayor parte de las Fuerzas Armadas del Ejército, pues también estaban inconformes porque un civil quedara en la Presidencia.

Carranza huyó en tren hacia Veracruz con su gabinete, lingotes de oro, de plata, dinero y otros bienes de la nación. Las vías férreas fueron atacadas en las estaciones de San Marcos y Aljibes.

Ahí fue cuando decidió adentrarse a la Sierra Norte y mientras dormía en un jacal en Tlaxcalantongo, fue atacado por las tropas del general Rodolfo Herrero.

Venustiano Carranza provenía de una familia adinerada y porfirista. Su padre fue presidente de Cuatro Ciénegas, Coahuila al igual que él y su lucha en la Revolución obedeció más a sus aspiraciones políticas que los intereses del pueblo.

Fue presidente de México de 1917 a 1920 y solo accedió de esa forma al Ejecutivo porque el gobierno de Estados Unidos reconoció su presidencia de facto.

Incluso, en varias ocasiones desplazó a las fuerzas zapatistas y villistas, tal es el caso de la elaboración de la Constitución de 1917, pues decretó que por cada 70 mil habitantes habría un diputado y las zonas donde más presencia tenían ambos grupos eran las que menos gente tenían. Aun así lograron representación en el Congreso.

Los allegados a Venustiano Carranza se oponían a leyes progresistas como la jornada laboral, los derechos de los trabajadores, entre otras, pero al final los representantes villistas y zapatistas lograron que se incluyeran las garantías individuales.

 

 

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