La Audiencia Nacional ha abierto una investigación para comprobar si Tous vende joyas con una calidad inferior a la publicitada. El magistrado Santiago Pedraz y el fiscal Joaquín González interrogarán mañana miércoles a un representante de la empresa y a otro del laboratorio Applus, responsable de la comprobación de la calidad de las joyas.
Las diligencias de la Audiencia Nacional tienen su origen en una denuncia de la Asociación de Consumidores y Usuarios de Joyería (Consujoya) presentada a la Guardia Civil de Córdoba en 2018. La Fiscalía de esa provincia derivó el asunto a la Audiencia al extenderse los posibles delitos por toda España. El pasado diciembre, el Ministerio Público presentó una denuncia, que recayó en el Juzgado Central de Instrucción Número 1.
La denuncia afirma que Tous vende joyas anunciadas como de oro o plata pero que incluyen material no metálico, algo que según los denunciantes no permite la ley. Consujoya, representada por el despacho cordobés Sanivo Abogados, aporta un análisis pericial respaldando su acusación, en el que se analizaban joyas anunciadas como de 18 y 24 quilates o plata de primera ley, pero en las que se detectaban materiales no metálicos.
La asociación llevó joyas de Tous a dos laboratorios distintos, que detectaron la presencia de materiales no metálicos. Uno de ellos era un laboratorio de la Universidad de Córdoba. Las piezas analizadas fueron compradas en distintas ciudades, además de por internet. Entre las joyas estaba el icónico oso de la marca. Tras recibir la denuncia, la Guardia Civil hizo sus propios análisis periciales químicos y llegó a las mismas conclusiones, lo que convenció a la Fiscalía para presentar una denuncia.
Fuentes del caso indican que la investigación está en sus inicios y que la intención es que avance con agilidad a la vista del daño que la apertura de la causa puede generar a la compañía. Los delitos que podrían haberse cometido serían los de publicidad engañosa, falsedad documental, fraude y corrupción entre particulares. Fuentes de la investigación indican que la normativa aplicable -se trata de un sector fuertemente regulado- permite el uso de materiales que den estabilidad a las joyas, pero sólo en ciertos casos y siempre informando de ello en el etiquetado.
Según informa Efe, Tous ha rechazado estas acusaciones al asegurar que todas sus joyas de oro y plata "son siempre de primera ley" y que cumple con todos los estándares mundiales de certificación de metales preciosos.
La firma, que tiene su sede en Manresa (Barcelona), destaca en un comunicado que todas las joyas que comercializa en España están certificadas por laboratorios oficiales autorizados y que trabaja sus piezas utilizando la tecnología de microfusión y de "electroforming". "En ambos casos se emplea una tecnología avalada por todos los órganos técnicos de la Administración Pública, al tiempo que Tous incorpora en todas sus piezas el correspondiente certificado de garantía y autenticidad en el que se especifica la técnica utilizada y la ley de los metales preciosos". Tous explica que, mediante la utilización de la técnica de "electroforming", y dependiendo del tamaño, forma y metal precioso empleado, "la joya podrá incorporar núcleos no metálicos que ayuden a conferir estabilidad a la pieza, manteniéndose siempre la primera ley".
La marca remarca asimismo que la certificación y contraste de la plata de primera ley, así como el oro de 18 quilates, se realiza de acuerdo con la Ley de metales preciosos por una entidad independiente del grupo. "Tous ha hecho del diseño, la tecnología y la calidad sus señas de identidad", agrega la marca.
Fundada en 1920 y presidida actualmente por Alba Tous, la firma tiene presencia en más de 50 países con 700 tiendas y cuenta con una plantilla de más de 4.000 profesionales. En 2018 obtuvo un beneficio neto consolidado de 27,3 millones de euros, un 120 % más que el año 2017, y la facturación del grupo alcanzó los 396,4 millones de euros, lo que supone un incremento del 4,5 %.
Tous ya ha tenido enfrentamientos previos con el gremio de la joyería. El mismo despacho cordobés la llevó a los tribunales y consiguió que la Justicia anulara el registro que la marca había hecho de sus joyas en forma de corazón. El juzgado mercantil concluyó que no era posible que la marca pudiera atribuirse un diseño tan tradicional al que no aportaba nada exclusivo.