Este jueves, el Senado de la República aprobó con 87 votos a favor, la llamada “Ley Olimpia” para castigar la violencia digital contra las mujeres en todo el país, con una pena de hasta seis años de prisión. Hasta la fecha solo se había aprobado en 25 estados, entre ellos Puebla.
La ley fue impulsada precisamente por Olimpia Coral, oriunda de Huauchinango, Puebla. La activista estuvo luchando para que este día fuera votada pues solo estaba prevista su primera lectura.
En sesión ordinaria, la senadora de Martha Lucía Michel, refirió que pese a las diferencias políticas, todas las bancadas “están a favor de la erradicación de la violencia contra las mujeres”, por lo que con la iniciativa, “honramos la memoria de las víctimas de feminicidio y decimos a las mujeres que vivan hechos de violencia: no están solas”.
La aprobación sucedió entre aplausos de la Cámara Alta, luego de que la minuta fue enviada por la Cámara de Diputados, para incluir la violencia digital como una modalidad de agresión, incluida la difusión de imágenes sin el consentimiento de la afectada.
A la propuesta, se integró como otra modalidad de agresión la exposición de las víctimas en medios de comunicación, determinando una sanción de entre tres y seis años de prisión a quien exponga, distribuya y comercialice contenido íntimo.
También se estableció que las plataformas digitales, medios de comunicación páginas de internet y redes sociales, deberán avisar a al usuario que comparta contenido, sobre la inhabilitación del mismo.
A las afueras del recinto, ubicado en la Ciudad de México, las senadoras Martha Lucía Mícher e Indira Kempis Martínez, se reunieron con Olimpia Coral y un grupo de feministas para celebrar la aprobación, que será turnada a la Cámara de Diputados.
Hasta la fecha, esta Ley es vigente en 25 estados, entre los que destaca Puebla, donde fue aprobada en diciembre del 2018.
Al respecto, este jueves fue presentada una iniciativa ante el Congreso de Puebla, para endurecer con hasta nueve años de prisión los delitos de hostigamiento y acoso sexual, para que dicha conducta deje de ser replicada.
