Tragedias

Archivo Negro: 31 muertos y 25 heridos dejó como saldo un fatal accidente en la carrera Puebla-Santa Ana Chiautempan, en el año de 1989

- Foto: Especial

En el incidente estuvieron involucrados dos autobuses del transporte público y un camión que trasladaba desechos de acero. La cabina de la unidad de carga quedó desecha al igual que el cuerpo del conductor, pues los paramédicos solo rescataron su cabeza

Por Eloy Rodríguez Linares/@linares_eloy

/ Puebla, Puebla
Telegram

La sección policíaca de los diarios es atractiva por el morbo que despiertan los casos que comunican a través del humor negro de sus titulares y por las fotografías que nos convierten en testigos de la escena de un crimen, o de un accidente que dejó como saldo el deceso de varias personas.

En México, el fundador de este estilo periodístico fue Carlos Samayoa Lizárraga, primer director de la emblemática revista Alarma! En las páginas de este semanario nos enteramos de los sucesos más escalofriantes que acontecieron en nuestro país. Sin embargo, por la crudeza de los crímenes y asesinatos que informaban, algunas personas, los tacharon de ser un medio de comunicación amarillista.

Ante esta acusación, el periodista Miguel Ángel Rodríguez, último director del semanario Alarma!, explicó que su labor era informar sin maquillar los hechos, porque si una persona moría acribillada por 13 balazos, o decapitado, comunicaban el acontecimiento tal como ocurrió.

El interés de la gente por la desgracia ajena se debe principalmente a dos cosas: al mismo morbo natural que los humanos tienen por lo grotesco y lo prohibido, porque sirve como un aliciente para los jodidos. Hay mucha gente que es pobre, que no tiene dinero para comer, pero que al ver una revista como Alarma! dice: ‘pues no estoy tan jodido, este güey está peor, porque está muerto. El otro está peor justamente porque ya no está’, declaró Miguel Ángel Rodríguez en una entrevista que le realizó el reportero Juan Carlos Aguilar.

Carambola mortal

Uno de los accidentes más cruentos que han registrado los medios de comunicación poblanos fue el aparatoso incidente vial que dejó como saldo 31 personas muertas y 23 heridas de gravedad, en el percance se vieron involucrados dos autobuses del transporte público y un camión de carga.

El 16 de marzo de 1989, Hilario Mora García, reportero de El Sol de Puebla, informó que la imprudencia del conductor Félix Valencia Corona, chofer del transporte público Flecha Verde SITTLAX, ocasionó la muerte de varios pasajeros cuando se impactó con un camión de carga que trasladaba desechos de acero. El accidente ocurrió en el kilómetro 22 de la carretera federal 121 Puebla-Santa Ana Chiautempan

De acuerdo a la información que proporcionó Manuel Elías Carmona, entonces comandante de la Policía Federal de Caminos, el percance ocurrió porque el chofer Félix Valencia conducía a exceso de velocidad, en dirección a la entidad de Puebla, y al rebasar de forma imprudente, se impactó contra un camión de carga que se dirigía a Santa Chiautempan; además, el agente explicó que otra unidad del transporte público, al evitar el choque, se volcó y quedó fuera de la cinta asfáltica.

El reportero comunicó que debido a la magnitud del impacto, la cabina del transporte de carga quedó desecha al igual que el cuerpo del conductor, pues los paramédicos solo lograron rescatar la cabeza del chofer. Asimismo, explicó que la zona del accidente fue acordonada para que los mirones no se robaran las pertenencias de las personas que fallecieron en el percance, y también para que no estorbaran a los paramédicos mientras atendían a los heridos.

Imágenes que impactan

La gente suele pensar que los fotorreporteros de la fuente policiaca están acostumbrados a retratar cadáveres mutilados que se encuentran sobre un charco de sangre, pero algunos, a pesar de sus años de experiencia, les perturba el sueño la última mirada de un sujeto que murió ejecutado, o el dolor de los familiares que acuden al Ministerio Público para reconocer el cuerpo destrozado de su pariente que murió a causa de la imprudencia de un conductor del transporte público.

El escritor Wenceslao Bruciaga, en su reportaje Esas letras teñidas de rojo: 50 años de Alarma!, entrevistó a David Alvarado Hernández, fotorreportero que trabajó para aquel emblemático semanario. El fotógrafo explicó que su empleo no era fácil debido a las guardias que tenía que cumplir sin importar las inclemencias del tiempo, y que tardó tres años para acostumbrase a retratar cadáveres.

“El hecho de que hagamos este tipo de notas y que estamos en contacto con sangre y sesos de fuera, no nos hace unos monstruos. A veces pienso que nos hace más conscientes de la muerte y lo absurdo que esta puede ser”, declaro David Alvarado a Wenceslao Bruciaga.

El fotorreportero recordó que una de las mejores fotos que tomó fue entre el año 1994 y 1995, cuando retrató el cadáver de una persona que murió al impactar su auto con un árbol, el accidente provocó que la lámina del vehículo mutilara la cabeza del conductor, su rostro rodo cerca de 10 metros, pero cuando se acercó a la escena del incidente, le sorprendió que el cuerpo se encontraba sentado de una manera impecable, la espalda del individuo recta, los dedos de sus manos entrelazados y sosteniendo una rosa. Aquella imagen sirvió de portada para un número del extinto semanario El nuevo Alarma!

COMENTARIOS