Pasadas las 09:00 horas de este martes 25 de febrero, Francisco Javier Tirado Márquez fue entregado a sus padres en un ataúd. El joven de 22 años de edad era originario de Xalapa, Veracruz pero llegó a Puebla para estudiar en la Facultad de Medicina de la Benemérita Universidad Autónoma del Estado de Puebla (BUAP) buscando un mejor futuro sin saber que en este estado encontraría la muerte, una muerte injusta que le arrebató toda una vida por delante.
Sus padres acudieron desde las primeras horas de este día a las instalaciones del Servicio Médico Forense (Semefo) —ubicado sobre la 11 Sur—y después de reconocer el cuerpo y realizar los trámites correspondientes fueron los primeros en llevarse a su hijo.
Mi hijo salió de Xalapa con la ilusión de ser médico y miren cómo me lo llevo” fueron las palabras del padre de Francisco Javier, quien con todo el dolor en su alma, se detuvo un momento para decir esto a los medios de comunicación.
El dolor de la madre del joven se transmitió a todos los presentes. La señora salió devastada, en llanto y apenas podía sostenerse después de ver a su hijo muerto. La imagen fue terrible pero seguramente es como nos sentiríamos todos si perderíamos a un hijo con un futuro prometedor.
Durante el transcurso de la mañana llegaron los familiares de Ximena Quijano Hernández, la joven de 25 años de edad originaria de Colombia que también estudiaba Medicina y se encontraba de intercambio en la Universidad Popular Autónoma del Estado de Puebla (UPAEP).
Los padres de Ximena llegaron en un vehículo particular y ni siquiera tuvieron que bajarse para reconocer el cuerpo de su hija. Personal del Semefo les mostró unas fotografías y de inmediato dijeron: sí es Ximena.
Así como llegar y vieron las fotografías se trasladaron a la Fiscalía General del Estado para realizar los trámites correspondientes y les pudieran entregar el cuerpo.
Más tarde llegó la hermana y otros familiares de Josué Emmanuel Vital Castillo, el joven de 29 años de edad que trabajaba en la plataforma de Uber y también fue asesinado. Después de reconocer el cuerpo, su hermana salió del lugar con la ropa Josué en las manos. Fue interceptada por medios de comunicación pero apenas y pudo hablar.
A las 12:30 horas y después de hacer los trámites correspondientes, llegaron nuevamente al Semefo las familias de las víctimas. En esta ocasión, también arribaron los familiares de Francisco Javier Parada Cerpa, el otro colombiano que se encontraba de intercambio estudiando Medicina en la UPAEP.
Los deudos colombianos arribaron en dos automóviles particulares; descendieron y entraron al Semefo pero junto a ellos llegó una Chevrolet Suburban color gris y otra camioneta donde se trasladaban elementos de la Unidad Selecta de Intervención Táctica (USIT) de la Fiscalía General del Estado.
Las camionetas permanecieron durante varios minutos en el lugar y después se retiró la Suburban gris junto con los elementos del USIT.
En la Suburban iban los restos de Josué Emmanuel. El joven dejó en la orfandad a un menor de 7 años de edad y apenas tenía 1 mes y medio trabajando en Uber.
A las 14:55 horas, una camioneta blanca de una funeraria que se encontraba estacionada entró al lugar donde entregan los cuerpos; recibió uno y después regresó a estacionarse. Minutos después de nueva cuenta entró a ese lugar y se retiró.
En esa camioneta eran trasladados los cuerpos de los jóvenes colombianos.
El papá de Ximena asentó con la cabeza que sí daría entrevista ante los medios de comunicación y tola la prensa corrió hacía él pero personal, al parecer de la Fiscalía General del Estado, impidió que nos acercáramos hacía él.
Ya dentro de su automóvil, el señor, con palabras entrecortadas y apunto del llanto dijo: ¡justicia, no más. No más por favor. Eran médicos y los mataron en aquí, en su país!
Detrás de la camioneta blanca donde salieron los cuerpos, se retiraron las familias de las víctimas.
Ximena, José Antonio y Francisco Javier eran estudiantes de Medicina. Javier era originario de Veracruz y estudiaba en la BUAP. Conoció a Ximena y José Antonio cuando se fue de intercambio a Colombia.
Después, Xime y José Antonio llegaron de intercambio a la UPAEP y este fin de semana los tres decidieron acudir al Carnaval de Huejotzingo. De regreso, solicitaron un UBER para regresar a Puebla pero tanto ellos como el conductor fueron encontrados sin vida en Santa María Xalmimilulco, junta auxiliar de Huejotzingo.
Hasta el momento no hay móvil sobre estas ejecuciones; se habla de un robo de vehículo, venganza por riña en el carnaval o que se cruzaron con huachicoleros pero nada ha sido confirmado.