La detención de 134 indocumentados, algunos de ellos estaban enfermos de paludismo; la explosión de un laboratorio que dejó como saldo 7 personas heridas y daños materiales por más de 130 mil pesos; y, el arresto de una trabajadora doméstica por el secuestro de una niña, fueron los sucesos que, hace 30 años, llamaron la atención de los poblanos.
La madrugada del 30 de noviembre de 1990, una llamada anónima informó a la oficina de la Policía Judicial del Estado que un camión en donde viajaban indocumentados se estacionó a un lado del hotel Traile Park de San Pedro Cholula.
Al siguiente día, una explosión dentro de un laboratorio irrumpió la tranquilidad de los transeúntes del Centro Histórico. Siete personas resultaron heridas. Los dueños del negocio se escondieron detrás de los curiosos para que los policías no los arrestarán.
Y, dos días después, elementos de la Policía Judicial detuvo a la empleada doméstica Juana Lidia Cruz Sánchez de 17 años, por el secuestro de una menor de edad. La joven explicó que se robó a la niña para vengarse de su ex pareja sentimental, familiar de su patrona.
Traficantes de personas
Elementos de la Policía Judicial aseguraron a 134 migrantes que se encontraban en condiciones de hacinamiento en el hotel Trailer Park de San Pedro Cholula. Los indocumentados ingresaron a nuestro país en un camión de redilas. Una parte de los inmigrantes estaba enferma de paludismo.
Mediante un operativo, elementos del Grupo Cholula de la Policía Judicial del Estado, detuvieron a “los polleros” Marco Antonio Durazo Aceves y María del Rocío Vera Santana. Los traficantes fueron puestos a disposición de las autoridades federales.
Los policías también arrestaron a Zoila Rosas de León y Pilar Méndez López, dueñas del hotel Traile Park.
Las autoridades sanitarias atendieron a los inmigrantes enfermos de paludismo.
Algunos de los indocumentados provenían de Belice, Brasil, la India y Venezuela. Su intención era cruzar el país para llegar a los Estados Unidos.
Explosión
Siete personas heridas y daños materiales por más de 300 mil de pesos fue el saldo de una explosión por gas industrial que se registró al interior de un laboratorio del Centro Histórico. La policía detuvo a los dueños del negocio cuando se hacían pasar por curiosos.
El estallido dejó inhabitables los departamentos del edificio que se ubica en la calle 5 de Mayo y 3 Norte. El pasillo de la planta baja y la banqueta quedaron cubiertos de vidrios y ladrillos.
El trabajador del laboratorio, Andrés Gordiano González resultó con heridas por la explosión. El empleado explicó que, cuando llegó a su trabajo, percibió un fuerte olor a gas y, con plastilina, tapó la fuga del ducto que bajaba por la azotea.
Los dueños del laboratorio, Marcos y Ricardo Miranda Bárcenas, se ocultaron detrás de los curiosos para evitar que los policías los arrestarán.
Los testigos del estallido acusaron a los dueños del laboratorio por tratar de esconder a dos de sus empleados que resultaron heridos.
Los dueños de las propiedades afectadas demandaron a Marcos y Ricardo Miranda Bárcenas.
Secuestro
Elementos de la Policía Judicial del Estado de Puebla detuvieron a Juana Lidia Cruz Sánchez por el secuestro de una niña de dos años en el municipio de Huejotzingo.
La detenida declaró que secuestró a la niña y se robó varios objetos de valor de la casa en donde trabajaba para vengarse de su ex pareja sentimental.
Las autoridades detuvieron a Juana Lidia Cruz en la población Domingo Arenas del municipio de Huejotzingo, lugar de donde es originaria.
En el momento de su arrestó, la joven expresó que en un par de años iba a regresar a la niña con sus padres.
Juana Lidia Cruz fue empleada doméstica de la señora Victoria Franco Cruz y, durante un año, mantuvo una relación amorosa con uno de los familiares de su jefa.
Con información de el periódico El Sol de Puebla.