Tragedias

Arroja a sus dos hijos de un edificio para salvarlos de un incendio en Rusia

- Foto: Ilustrativa

La mujer decidió aventar a sus hijos desde una distancia de tres pisos desde la ventana de su apartamento en Rusia

Por El Heraldo de México

/
Telegram

El incendio consumía rápidamente todo a su paso. El único punto por donde Lyubov Pavlunina pudo encontrar una salida fue a través de la ventana, pero había un obstáculo: estaba en un tercer piso.

Los hechos ocurrieron en la ciudad de rusa de Novosibirsk a las 7:00 horas. La familia había rentado el lugar para pasar unas vacaciones juntos.

Se asomó para ver si alguien podía auxiliarlos y gritó con todas sus fuerzas, pero lo único que consiguió fue que un grupo de personas se postraran debajo de la ventana sosteniendo una manta y gritándole que se lanzaran.

Se despertaron cuando había iniciado el incendio

Al despertar, el calor se había propagado al igual que las llamas y el humo por toda la habitación, así que la mujer tomó la mano de sus dos pequeños y llegó hasta el balcón.

En ese momento se desmayó, pero al recobrar el conocimiento, fue cuando pidió a los reunidos en ese punto que al menos salvaran a sus hijos.

“Por supuesto, da miedo tirar niños desde el tercer piso, pero tenía que hacerlo.

La distancia hasta el suelo era de al menos unos nueve metros, así que guardó la respiración, sujetó a uno de sus pequeños y lo lanzó hasta el punto donde estaban los vecinos de la zona.

Como la captura fue exitosa, se hizo lo mismo con el otro pequeño. La mujer esperó en la ventana para ver si había alguna forma de que ella también fuera rescatada.

Fue entonces cuando alguien lanzó una cuerda desde el cuarto piso, con la cual pudo salir de la habitación.

Otras tres personas lograron escapar de las llamas, pero las autoridades no han podido determinar cómo fue que ocurrió este siniestro.

Una de las dos líneas de investigación apunta a que uno de los menores jugaba con un encendedor y que eso ocasionó el incendio; la otra indica que la fuente del fuego fue un horno de microondas defectuoso.

El Heraldo de México 

COMENTARIOS