La situación era tensa, los presos estaban a punto de derrumbar la barricada que el personal de la Cárcel Municipal de San Juan de Dios colocó para contener el intento de fuga. Afuera del reclusorio, un grupo de estudiantes de la Universidad Autónoma de Puebla (UAP) exigía la libertad de su compañero Juan Conde, alumno que estaba detenido por participar en el asesinato de un policía.
La mañana del 17 de septiembre de 1980, la prisión de San Juan de Dios fue el escenario de una riña que culminó con la muerte de un presidiario. Horas más tarde, un grupo de internos se amotinó cuando escucharon las consignas de un contingente de estudiantes de la UAP, que pedían la excarcelación de uno de sus compañeros.
Universidad del crimen
La crisis estaba a punto de desbordarse, un grupo de reos, con diversos objetos punzo cortantes, hizo el intento de derribar la puerta del recibidor de la prisión Municipal de San Juan de Dios. Los gritos de los estudiantes de la UAP, que exigían la libertad de Juan Conde, los alentaron a amotinarse.
Las autoridades del penal improvisaron una barricada para impedir una fuga masiva de internos. Afuera del centro penitenciario se montó un operativo y se desalojó a los estudiantes.
La tensión en la cárcel se mantuvo por varias horas hasta que Jorge Pérez Lima, el director de la prisión de San Juan de Dios, tranquilizó los ánimos de los reclusos al advertirles que no tenía sentido que pusieran en riesgo sus vidas, porque la cárcel estaba acordonada por elementos de la seguridad pública.
Mitin estudiantil
Antes de que iniciará el motín, un grupo de alumnos de la UAP hizo una manifestación a fuera de las instalaciones de la Cárcel Municipal de San Juan de Dios, como respuesta a la negativa del director de la prisión de dejar en libertad a su compañero Juan Conde, alumno que se encontraba preso por participar en el asesinato de un policía en el mes de marzo de 1980, en la colonia San Manuel.
Al recibir a un contingente de alumnos en su oficina, Jorge Pérez les explicó a los estudiantes que sus facultades no le permitían dejar en libertad a ningún interno, porque Juan Conde se encontraba preso por la disposición de un juez.
Un grupo de reclusos, al escuchar las consignas de los estudiantes universitarios, hizo el intentó de escapar de la prisión al derribar las puertas de “El Cajón”, sección que estaba a unos metros de la calle.
Él lo mató
El asesinato de Ramón Cuellar encendió los ánimos de la población penitenciaria, su cadáver se encontraba afuera de la puerta del dormitorio número uno. El preso perdió la vida por una puñalada que recibió del interno Salvador Martínez en la recepción de la Cárcel Municipal de San Juan de Dios.
El crimen ocurrió minutos antes del primer pase de lista, cuando Ramón Cuellar defendió a Ernesto Cruz, “El Patotas”, de Alfredo Álvarez, recluso que hizo el intento de agredirlo con un arma punzo cortante.
Ante agentes de Ministerio Público, “El Patotas” declaró que Ramón Cuellar murió después de que regresó del cubículo de la recepción con una herida profunda en la espalda, situación que aprovechó Alfredo Álvarez para atacarlo.
El preso explicó que su compañero, al no estar en condiciones para defenderse, se alejó de su atacante y corrió hacia el dormitorio número uno, pero cuando llegó a la puerta, vomitó sangre y se desvaneció.
Ernesto Cruz le pidió a las autoridades penitenciarias que lo trasladaran a otra área de la cárcel, porque tenía miedo de correr la misma suerte que su compañero. El recluso, pagaba una sentencia de 20 días en prisión por el delito de vagancia y mal vivencia.
Fuente: El Sol de Puebla.