Con un par de botas, un traje especial, una bata, mascarilla y lentes, los trabajadores de las funerarias asisten a diversos hospitales a recoger los cuerpos de las personas que fallecieron por covid-19. Ellos son los últimos que tienen contacto con las víctimas, y el protocolo para atender este tipo de servicios es igual o más estricto que el de los trabajadores de la salud.
José Martín trabaja desde hace dos años en Funerales Nava, la cual ha prestado sus servicios en la ciudad de Puebla por más de cuarenta años. En entrevista con PÁGINA NEGRA relató que el coronavirus parecía algo lejano en el estado. Escuchaba en las noticias que afectaba otros lugares, incluso la propia Ciudad de México, pero nunca imaginó el impacto que causaría en la entidad poblana.
Antes de la pandemia, Funerales Nava atendía hasta ocho servicios diarios de muertes por causas naturales o alguna otra enfermedad. Ahora, en un solo día han llegado a atender hasta tres servicios solo de covid-19. En Puebla, dice Martín, hay muchas funerarias y por desgracia para algunos y fortuna de otros, durante estos días ha habido mucho trabajo para todos.
José Martín dice que la mayoría de sus servicios para recoger cuerpos covid-19 ha sido al Hospital de La Margarita y al de San José, ambos del IMSS.
Los precios por el servicio no han variado. El empleado de Funerales Nava asegura que ellos no tienen la necesidad de hacer publicidad afuera de los hospitales, pues para algunos de muy mal gusto. Ya tienen a sus clientes; dice que su trabajo los recomienda.
Y es que, explicó, las unidades, los ataúdes, las urnas y todo lo que puede brindar una funeraria es propio. Reveló que algunos te enganchan con precios que pueden ir desde los 3 mil 500 pesos, pero nada es suyo y, entonces, cada cosa que pides, te eleva el precio.
Pandemia provocó el alza de precios
Con los Funerales Nava, el costo de servicio con cremación de cuerpo cuesta 12 mil pesos, pero por la situación del covid-19 se elevaron entre mil y dos mil pesos más. ¿Por qué? Porque les aumentaron el costo de los hornos. Todos los demás paquetes siguen a precios normales.
Aquí todo se hace bajo contrato, todos los precios y los servicios están especificados. Notros no vamos a lucrar con el dolor para sacar ganancia”.
Debido a la situación, de momento no están recogiendo cuerpos a domicilio, solo a hospitales. Cuando les piden el servicio, lo primero que se les pregunta es si murió por covid-19.
Si la respuesta es afirmativa, los empleados se preparan con su traje especial, además de botas, bata, cubrebocas, mascarilla y doble guante. Martín comentó que en los hospitales a los cuerpos se les echa un químico; una vez que está en sus manos, lo meten en una bolsa térmica, se le rocía sanitizante y posteriormente sellan el ataúd con plástico.
De inmediato se programa la cremación. Como la sucursal principal de Funerales Nava está en Amalucan, tienen que trasladarse hasta la zona de Zavaleta para poder cremarlos; en ningún momento estos cuerpos tocan la funeraria en sí, o las capillas.
Ya en los hornos, solo se permite el acceso hasta de dos familiares directos para que proporcionen datos personales. Con las mismas medidas de seguridad se retira el plástico del ataúd y se saca de las bolsas el cuerpo, para que pueda ser ingresado al horno.
Solo dos trabajadores pueden estar vigilando el proceso de cremación, el cual depende de la complexión de las personas. El cuerpo de un niño puede tardar media hora; el de un adulto delgado y de estatura media entre dos horas y dos horas y media, pero el de una persona robusta hasta cuatro horas.
El familiar decide si quiere esperar afuera o, de lo contrario, se puede retirar y más tarde se comunican con ellos para decirles que ya pueden pasar a recoger las cenizas.
Pueden ser velados en sus capillas si no perecieron por covid-19
Si se trata de una muerte por una causa distinta a covid-19, el cuerpo puede ser velado en las capillas de la funeraria, pero se permite el acceso únicamente de veinte personas. Si desean entrar más, se tienen que retirar las que ya estaban presentes. El tiempo para permanecer ahí es de 24 horas: “no podemos obligar al cliente a que se retire a nuestro tiempo”.
Las unidades de la funeraria son desinfectadas constantemente y después de cada servicio. Todo el equipo que ocupan los empleados es desechable y se deposita en un recipiente para residuos tóxicos y solo cierto tipo de personas puede recogerlos y llevárselos.
Para poder hacer todo esto, Enrique Nava, el dueño de la funeraria, capacitó a sus trabajadores para no ponerlos en riesgo. Fue así como aprendieron lo que debían hacer y lo que no.
Los servicios a domicilio están suspendidos por seguridad. Aunque les pueden decir que la persona murió de un infarto, no tienen forma de comprobar que estaba infectado él o alguno de sus familiares. Incluso, Martín dice que cuando van a los hospitales, algunos aseguran que su familiar murió por equis enfermedad, pero los certificados de defunción entregados por los médicos especifican que la causa de muerte fue covid-19.
A Martín le gusta su trabajo, está consciente que muchos no lo quisieran hacer y por eso se cuida. En la funeraria tiene la oportunidad de bañarse, así que antes de ir a su casa lo hace. También se cambia y tanto el uniforme de él como el de sus compañeros es enviado a lavar.
—¿Qué mensaje le darías a todas las personas que no creen que exista la covid-19?
—Que crean. Esto en parece un juego, pero tantas defunciones y tantos servicios que nos han tocado… yo al menos sí creo en eso y si no se cuidan, después viene lo peor. Esto del covid-19 es algo sorprendente, estamos acostumbrados a enfermedades comunes como diabetes, hipertensión, infartos, no sé, hepatitis pero esto es algo muy delicado”, finalizó Martín en la entrevista.
¡Imagínate ser la persona que se encargue de despedir y cremar a las víctimas del #COVID19mx en #Puebla! 😰
— La Página Negra (@LaPaginaNegraMX) May 20, 2020
José Martín es uno de los hombres que trabaja en Funerales Nava y en el día atiende hasta 3 casos por la enfermedad, él #NoPuedeParar
¡ABRIMOS HILO 🧵! 👇🏽 pic.twitter.com/fMP0XqRF9K