La Fiscalía General del Estado (FGE) investiga una red de trata de personas que tiene peso en los municipios de Tepeaca, Santiago Miahuatlán y Tehuacán, la cual podría estar detrás del feminicidio de Miriam Pérez Reyes, cuyo cuerpo fue encontrado el pasado 5 de octubre.
De acuerdo con la información a la que tuvo acceso PÁGINA NEGRA, agentes ministeriales de la Fiscalía de Puebla, investigan la conexión de esta red de trata con otras jóvenes que han sido captadas y desaparecidas en los tres municipios.
Como ocurrió con otras jovencitas en Tepeaca, Miahuatlán y Tehuacán en los últimos tres años, Miriam habría sido citada por tratantes de personas, quienes la sometieron el pasado 17 de septiembre cuando ella avisó a su familia que solamente saldría veinte minutos.
Miriam no volvió a su casa en la colonia Granjas de Oriente, en Tehuacán, por lo que sus familiares reportaron su desaparición ante la Fiscalía General del Estado. Después comenzaron a circular en redes sociales y hojas volantes con su rostro detallando que vestía una chamarra de color rosa y mallones de color azul.
Días después, el 5 de octubre, un cuerpo fue encontrado en la junta auxiliar más alejada de Tehuacán, Santa Catarina Otzolotepec. El hallazgo se dio a conocer después de que campesinos localizaron entre Rancho Cabras y Rancho Nuevo, en los límites con el municipio de Vicente Guerrero el cuerpo en avanzado estado de descomposición.
Los campesinos ahuyentaron a los perros que se encontraban en la zona y que intentaban comer los restos humanos. Los restos humanos encontrados en Otzoltepec, estaban semienterrados e incluso con cal encima correspondían a ella. El cadáver se encontraba maniatado y con huellas de violencia.
La zona donde se encontró el cuerpo se encuentra cerca de una gasolinera, hasta donde arribaron elementos de la Policía Municipal. El cuerpo fue levantado en calidad de desconocido y solo se detalló que la víctima vestía mallas azules y chamarra color rosa.
La ropa, similar a la que portaba Miriam, provocó que su familia acudiera el pasado miércoles 7 de octubre, pero fue un tatuaje el que confirmó que se trataba de la joven madre de dos niños. Ese día fue entregada a sus familiares, aunque hasta el momento han evitado dar declaraciones a los medios de comunicación.
Es importante mencionar que la forma en la que fue localizado el cadáver plantea en la investigación que aquellos que desaparecieron a Miriam tenían planificado la forma en que desecharían el cuerpo, dominaban la zona donde fue abandonado e incluso tomaron la previsión de acudir en ocasiones a echar cal al cuerpo que se encontraba semienterrado.