Dos niños que vivían en condiciones inhumanas mientras su mamá salía a trabajar, un conductor que murió cuando lo arrolló un tren, y la impunidad que gozaban los dueños de las cantinas que se ubicaban a unos metros del Mercado 5 de Mayo, fueron los sucesos que impactaron a los poblanos en el mes de noviembre de 1971.
La mañana del 21 de noviembre, los poblanos se indignaron cuando hojeaban la sección policiaca y encontraron las fotos de dos niños que bebían agua de un charco, porque su mamá los dejó sin comer.
Un aparatoso accidente ocurrió la noche del 14 de noviembre, cuando un automovilista murió, por un traumatismo cráneo encefálico, al ser arrollado por un tren. Cinco personas que atestiguaron el incidente, ayudaron a las autoridades a rescatar el cadáver del vehículo.
Y, cuatro días antes de que terminará el mes, un grupo de vecinos del Mercado 5 de mayo exigieron a las autoridades que dejarán de proteger a los dueños de las cantinas y pulquerías, que se ubicaban entre la 12 y 16 Poniente, porque afuera de sus establecimientos sucedían todo tipo de escándalos.
Maltrato infantil
Una llamada anónima informó al periódico El Sol de Puebla que en una casa de la colonia Zaragoza se encontraban dos niños abandonados en condiciones inhumanas.
A la casa 45 de la calle Emiliano Zapata, acudieron elementos de la seguridad pública para rescatar a los niños que estaban atados de su cintura a las vigas del techo.
Los policías trasladaron a los niños a la Inspección de Policías, mientras localizaban a su madre.
Los vecinos explicaron que Teresa N., mujer que se dedicaba a la prostitución, cuando se iba a trabajar, dejaba a sus hijos encerrados y sin darles de comer.
Fierros retorcidos
El taxista Gregorio Jiménez Cortés perdió la vida cuando hizo el intento de ganarle el paso a un tren en el entronque de la carretera Amozoc-Oriental.
El conductor del ferrocarril, Emilio Cortés Miranda declaró que, a pesar de que aplicó el freno de emergencia, no pudo evitar el impacto y arrastró el vehículo 150 metros por las vías del tren.
Personal de Cruz Verde trasladó el cadáver al Panteón Municipal para que le practicarán la necropsia de rigor.
Bajos fondos
Vecinos y comerciantes del Mercado 5 de Mayo acusaron a las autoridades de corruptas por permitir que 31 cantinas funcionaran a unos metros del establecimiento.
De acuerdo con los manifestantes, trabajadores del ayuntamiento y del gobierno del Estado protegían, por medio de cuotas, a los dueños de las cantinas y pulquerías que se ubicaban en la calle 5 Norte, entre la 12 y 16 Poniente.
Los locatarios exigieron a las autoridades que cerraran ese tipo de comercios porque las peleas que ocurrían afuera de los establecimientos y la insalubridad ahuyentaban a sus clientes.
Con información del periódico El Sol de Puebla.