Delincuencia

De terror: Los asesinos seriales más crueles de la historia

- Foto: Especial

Hoy relatamos verdaderas historias de terror, hechos reales que se volvieron leyendas por la crueldad que estos multihomicidas tuvieron con sus víctimas: El asesino de Times Square, La Condesa Sangrienta, Ted Bundy, Pogo “El Payaso”, Charles Manson y La Familia.

Por La Página Negra / @LaPaginaNegraMX

/ Ciudad de Puebla
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Estos hombres y mujeres fueron considerados encantadores, hermosos, con el don del carisma, pero detrás de ellos había verdaderas bestias de la muerte. Asesinatos, torturas, desaparición de personas, cometieron los crímenes más atroces y están considerados como los más crueles.

Elizabeth Báthory: La Condesa Sangrienta

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Erzsébeth Bathory nació en Hungría el 7 de agosto de 1560. En el mundo occidental se le conoció como Elizabeth,”La Condesa Sangrienta” o “La Condesa Vampira”, por utilizar baños de sangre de doncellas vírgenes.

Fue considerada una niña inteligente, educada en política, ciencia y artes. Hablaba cuatro idiomas. Su familia ha sido una de las más antiguas y adineradas de Transilvania y, entre ellos, hubo un primer ministro de Hungría. Pero la obsesión de Elizabeth por la belleza y la juventud la llevó a experimentar hasta que consideró usar la sangre de sus doncellas de compañía.

Su niñez ha sido documentada como complicada, pues sufría ataques de ira incontrolable a los cinco años; aunque en ese entonces se le consideraba una forma de epilepsia. A los 11 años fue comprometida con Ferec Nadasdy, de 26, otro aristócrata húngaro.

Su familia consideró que bien podría acostumbrarse a su nueva familia y la enviaron al castillo de Ferec, pero a los 13 años resulta embarazada de uno de los sirvientes, por lo que la mandaron a una fortaleza donde tuvo a su hijo. El bebé le fue arrebatado y sacado de Hungría, mientras que ella, cumplidos los 15 años, fue desposada por Ferec.

Contrario a las costumbres de la época, Elizabeth no consideró necesario cambiarse el nombre, así que jamás tomó el apellido de Ferec y continuó con su propio apellido. Ahora, convertida en condesa pasaba largas temporadas sola en sus propiedades pues el Conde Ferec acudía a batallas, e incluso se le conoció como “El Caballero Negro”.

Así fue como comenzó a torturar por gusto mientras esperaba a su marido. Se volvió fanática del esoterismo y tuvo su propia corte siniestra con hechiceros y alquimistas. El 4 de enero de 1604 su marido muere de una enfermedad que le fue contagiada en una batalla. Elizabeth enviudó a los 44 años; ya era una sádica consumada.

Abiertamente bisexual, comenzó a experimentar aún más con sus doncellas a quienes incluso ordenaba coserles la boca o sentarlas en parrilla. Cuando su belleza comenzó a desvanecerse Elizabeth entró en crisis. En una ocasión abofeteó tan duro a una de sus acompañantes que le llenó las manos de sangre. Ahí nació la Condesa Sangrienta. Se convenció que el punto donde cayó la sangra se encontraba intacto al paso del tiempo, así que comenzó a matar por placer a mujeres y desangrarlas para tomar largos baños.

El hedor de los cuerpos que no podían ya ser ocultados por ser más de cien en su castillo provocó que incluso los dejaran debajo de las camas. Fue hasta que una doncella escapó y llegó con la historia a las autoridades, encabezadas el Rey Mathías II de Hungría, nque finalizó la historia de terror. Elizabeth fue capturada el 30 de diciembre de 1610 y se le condenó a ser emparedada. Se le alimentaba por una pequeña rendija en el castillo de Esei. Murió a los 54 años.

Ted Bundy: el “encantador” asesino serial de mujeres

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Hasta la fecha se desconoce a ciencia cierta cuántas mujeres mató Theodore Robert Bundy. Después de  más de una década negando sus crímenes, e incluso siendo su propia defensa en juicios que fueron televisados y que se volvieron verdaderos escándalos mediáticos, Ted Bundy, como mejor lo conocen, admitió 36 homicidios de mujeres en siete distintos territorios de los Estados Unidos.

Ted tuvo un padre ausente, nació el 24 de noviembre de 1956, apellidándose Cowell, como su madre. Incluso creció pensando que sus abuelos eran sus padres y su mamá era su hermana. El abuelo sometía a todos en la familia y tenía una relación tóxica con su abuela. Ted creció experimentando la violencia y se volvió un sádico atacante de animales y mascotas a una corta edad.

Cuando su madre se hartó de los abusos de su abuelo, huyeron con otros familiares a Washington, aunque tuvo un actuar retraído en cierta parte de su adolescencia, cuando ingresó a la universidad a estudiar Leyes comenzó a experimentar el éxito entre las mujeres. Mejoró sus calificaciones y se volvió un estudiante galardonado; incluso comenzó a hacer prácticas dentro del Partido Demócrata.

En la primavera de 1976 conoció a Stephanie Brooks, a quien consideró su único amor verdadero. La frustración de terminar su relación y las fechas de algunos de los homicidios con los que se le asocia plantea que fue uno más de los detonantes de esta máquina asesina. Meg Anders, su siguiente pareja, al notar su actitud errática durante los seis años que convivieron pensaba que era una característica de su personalidad, con destellos de ira y violencia, sobre todo cuando le preguntaba sobre sus extrañas ausencias. Años después, bajo el pseudónimo de Elizabeth Kendal,l publicó cómo fue vivir con el asesino mientras consumó la mayoría de sus crímenes.

Con su detención, la primera vez en Utha en 1975, vinieron poco a poco el desahogo de sus crímenes. En la cajuela de su coche encontraron seis máscaras, guantes, cuerda, una palanca de hierro y un juego de esposas. En 1976 se le condenó por el secuestro de una mujer, pero se revelaron algunos de sus crímenes. En una audiencia en Colorado pudo escapar tirándose desde el edificio de la casa de justicia. Pero no libró a las autoridades.  Se le aseguró nuevamente tras una intensa búsqueda y en un segundo juicio, esta vez por el asesinato de Kimberly Leach, el 7 de enero de 1980 en Orlando, Florida. Prefirió audodefenderse y armó un show mediático sin éxito. Fue sentenciado a ser ejecutado.

El 24 de enero de 1989 fue la fecha elegida para su ejecución. Hasta entonces, Ted decidió confesar sus crímenes. “Nosotros los asesinos en serie somos sus hijos, somos sus maridos, estamos en todas partes. Y morirán más hijos suyos mañana”.

John Wayne Gacy: “Pogo El Payaso”

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La reconstrucción de un payaso como epitome del miedo nació después del temible John Wayne Gacy. Mejor conocido como “Pogo El Payaso”, John trabajaba arduamente en su empresa de construcción y los fines de semana se disfrazaba.

Mató por lo menos a 33 hombres, la mayoría de ellos jóvenes, a quienes había atraído o con promesas de trabajo o haciéndoles regalos. Los violaba, torturaba y luego desparecía sus cuerpos en un predio cercano a su casa en el río Des Plaines, afluente del río Chicago.

En 1979, tras ser acusado por un joven que escapó de sus manos, admitió que los cuerpos de sus víctimas se encontraban en el sótano de su casa, y cuando se le acabó el espacio comenzó a enterrarlos en su propio jardín. El jardín de John Wayne Gacy se volvió una morgue. Estaban enterrados entre limones y cal y también localizaron varios cerca de la cuenca del río.

Por estos crímenes, de los cuales se declaró inocente, argumentando problemas mentales, un tribunal de Chicago lo condenó el 13 de marzo de 1980 a 21 cadenas perpetuas y 12 penas de muerte. Finalmente fue ejecutado por el método de inyección letal en mayo de 1994, tras pasar años recluido en una fría prisión en donde se dedicó al arte.

“Matarme no hará regresar a ninguna de las víctimas. El Estado me está asesinando, bésenme el trasero. ¡Nunca sabrán dónde están los otros!”, fueron las últimas palabras de Wayne Gacy.

Charles Manson y “La Familia”

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A Charles Manson se le acusa de manipular a su propia secta para cometer varios asesinatos. El control mental y el nombre de Manson está asociado a la muerte. Su vida como hijo de una trabajadora sexual fue marcada por la violencia; como adolescente llegó a tener varios cargos por robo simple en distintas tiendas. Robos que incluso cometió incluso para poder comer, por lo que incluso pedía ser asegurado y enviado a prisión donde entendió cómo sobrevivir a costas del estado e hizo afición por los instrumentos musicales y el ajedrez. Una vez liberado, el joven Charles Manson fue atraído por la fama y fortuna de músicos para lo cual llegó a vivir en la zona de Los Ángeles.

Pero en este hombre había algo más. Los jóvenes que siguieron las siniestras órdenes de Manson, convencidos de que aquel hombre de entonces 35 años era la reencarnación de Jesucristo, formaron parte en 1969 de una de una de  las masacres más recordadas, ya que su objetivo era “desatar una revolución racial”.

Manson creía que el movimiento de las Panteras Negras pondría en jaque la seguridad nacional de Estados Unidos y amenazaban su estilo de vida, en comunas y parejas múltiples. Así que fraguó el asesinato de reconocidos vecinos en la zona de Hollywood.

La historia cobró notoriedad cuando él admitió que los asesinatos que cometió él y su grupo a finales de los años 60, fueron motivados por su locura. Además, en dos días terminó con la fama del movimiento hippie, y a nivel internacional comenzó a estigmatizarse a los seguidores del amor libre y las drogas recreativas como “locos marihuanos” gracias a la imagen de Charles Manson.

El 9 de agosto de 1969, cuatro integrantes de “La Familia” acudieron a casa del productor de Hollywood Terry Melcher, en la calle Cielo Drive 10050, que tiempo antes había rechazado a Manson.  Allí, torturaron, apuñalaron, les dispararon y colgaron a 5 personas. Una de las víctimas era la actriz Sharon Tate, esposa de Roman Polanski. Tenía 26 años e iba a dar a luz en dos semanas. Su cuerpo apareció atado con una soga al del peluquero de celebridades de la época, Jay Sebring. Cuando acabaron la matanza, los miembros de “La Familia” pintaron con sangre la palabra "cerdo" en la puerta de la vivienda.

Sharon Tate, esposa del director Roman Polanski. Cuando la asesinaron tenía 26 años y 8 meses y medio de embarazo.  La masacre continuó y la noche siguiente del asesinato de Tate, el propio Manson salió de su guarida y con media docena de seguidores otra vez atacó una casa de Los Ángeles: en este caso, la del adinerado Leno LaBianca y su esposa, Rosemary. Allí, el líder de “La Familia” ordenó a sus súbditos que los mataran puñaladas. En la paredes volvieron a invocar sus demonios al escribir “Muerte a los cerdos”.

En una redada impresionante los miembros de “La Familia” fueron asegurados cerca de un viejo rancho que habían usado como guarida y que funcionaba como set de grabaciones del Viejo Oeste. Antes de ser juzgado, Manson concedió una sola entrevista a la revista Rolling Stone.

Solo hay uno. Soy el único. No me importa lo que otras personas piensen, solo hago lo que mi alma me dice", dijo cuando le preguntaron si él era el líder de la banda.

En enero de 2017 fue hospitalizado por una hemorragia interna y el 19 de noviembre del mismo año, murió a los 83 años en el hospital Mercy de Bakersfield, de California.

Richard Cottingham:El asesino de Times Square

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A finales del año 1979, un incendio dentro de un cuarto de hotel provocó una fuerte movilización en Times Square, Nueva York. Dentro de la habitación se encontraban los cuerpos decapitados de dos mujeres. El asesino deliberadamente había incendiado la habitación para acabar con la evidencia, pero hubo muchas señales que hablaban del sadismo con el que cometía los crímenes y rápidamente fue conectado con otros casos ocurridos a mitad de la década.

Se trataba de Richard Cottingham, un trabajador de informática que había crecido sin problemas y sin mayor dificultad en el seno de una familia de clase media originaria del Bronx y que se había mudado a Nueva Jersey.

Mientras que sus compañeros de escuela salían o practicaban deportes, Richard se aficionó desde joven a la pornografía y su gusto escaló a encontrar placer por escenas de sadomasoquismo. Eran sus favoritas. Después de graduarse encontró trabajo como informático se casó. En esa temporada cometió el primer asesinato de una mujer. La adrenalina la mantuvo con robos a almacenes y delitos menores que no le trajeron mayores problemas.

Tuvo tres hijos y todo era común y corriente en su vida, hasta que comenzó a concretar sus fantasías. Drogaba mujeres en bares para después violarlas. Algunas de ellas llegaron a acusarlo, pero las investigaciones siempre paraban cuando intentaban identificarlo a él como el responsable, ya que las víctimas no podían identificarlo y él tenía una coartada de la familia y la vida perfecta.

Su placer por la dominación, la humillación y el sadomasoquismo en lo sexual lo llevó a subir el nivel y retomó el matar por adrenalina. En 1973 y 1974 cometió varios delitos contra mujeres que no prosperaron. Pero cuatro años más tarde su esposa se cansó y comenzó a tomar distancia por temor a descubrir quién era su marido. Mientras tanto tuvo un par de víctimas más, hasta que en 1979 descubrieron la escena de ese hotel en llamas. “El asesino del torso” le llamaron por la forma en que había sido localizados los cuerpos.

Al revisar expedientes de crímenes anteriores, notaron que una persona en la zona de Nueva York y Nueva Jersey asesinaba dejando solo el torso y calcinando el resto del cuerpo de sus víctimas.

Tuvieron que ser encontrados los dos cuerpos más de dos sexoservidoras para que se diera con Richard, quien  estuvo por años riéndose de las autoridades norteamericanas. Pero fue asegurado cuando usó uno de los hoteles donde regularmente cometía sus crímenes y una de las jóvenes fue rescatada a tiempo. Se le encontró una mochila con grilletes de esclavo, esposas, drogas y otros artilugios para someter a sus víctimas.

Tras varios juicios se le condenó en 1982 a casi 200 años de prisión por todos sus crímenes. Hasta ahora permanece en la prisión estatal de Trenton, Nueva Jersey, a la espera de un juicio más por el asesinato de tres adolescentes cuyas muertes admitió conforme avanzaron las investigaciones en su contra. Según las autoridades norteamericanas está conectado con alrededor de 200 muertes y desapariciones de niñas, mujeres y adolescentes en la zona de Nueva York y Nueva Jersey.

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