Después de que las autoridades confirmaron que los restos de la mujer encontrados el pasado 29 de junio en Chignautla corresponden a María Angélica Landa García, quien fue reportada como desaparecida desde enero, los familiares de la víctima denunciaron diversas irregularidades en el caso pues, de entrada, los restos aparecieron misteriosamente en un lugar que ya había sido intervenido en muchas ocasiones por las brigadas de búsqueda.
A través del grupo de Faebook “Te Buscamos Angie”, la familia de Angie, como le decían de cariño, confirmó que luego de 7 meses de búsqueda, la mujer de 39 años de edad fue encontrada sin vida en el mismo lugar donde fue vista por última vez el 11 de enero de este año.
Sin embargo, los deudos denunciaron diversas irregularidades en todo el caso; entre ellas, que nunca se les permitió tener acceso a la carpeta de investigación que inició la Fiscalía General del Estado (FGE) por la desaparición y que la búsqueda de Angie comenzó 20 días después de que fueron reportados los hechos, situación que terminó con la esperanza de poder encontrarla con vida.
Además, la familia mencionó que durante más de cinco meses se realizó una búsqueda exhaustiva en la que participaron más de 100 personas entre pobladores y brigadas especializadas con binomios caninos, mismo que pasaron en innumerables ocasiones por el mismo lugar donde encontraron los restos de Angie.
Los restos de la odontóloga originaria de Xalapa, Veracruz, fueron encontrados desde el pasado 29 de junio por campesinos que transitaban por la zona; sin embargo, fueron sometidos a pruebas de ADN correspondientes y después de un mes se confirmó que se trataba de Angélica Landa.
Los familiares de la víctima también reprobaron la falta de coordinación entre autoridades de los tres órdenes de gobierno para realizar la búsqueda y que el Ministerio Público de Teziutlán nunca investigó el caso con perspectiva de género.
Así mismo, dieron a conocer que el señor Ángel Landa Hernández, padre de Angélica, falleció el pasado 5 de agosto. El señor ya se encontraba en un estado de salud delicado pero la incertidumbre de no saber qué ocurrió con su hija y la negligencia de las autoridades, contribuyeron a que su estado de salud empeorara y falleciera.
Por otra parte, cabe señalar que el trabajo de la búsqueda fue realizado principalmente por la familia, con sus propios recursos y adicional al desgaste emocional que implica realizar las actividades que deberían hacer las autoridades. Por ello, se pidió a la Fiscalía General del Estaco acompañamiento psicológico para la familia, siendo este apoyo parte de sus derechos fundamentales y no se atendió esta solicitud hasta dicho mes.
Finalmente, agradecieron el apoyo a todas las organizaciones y colectivos que, de alguna forma u otra, contribuyeron a la búsqueda de Angie.
Angie, como la nombramos todas las personas que la conocimos, era hija, hermana, tía, sobrina, amiga, cirujana dentista, terapeuta holística y conferencista. Era generosa, risueña, trabajadora, disfrutaba de la vida y amaba a su familia. Hoy, lamentamos con profundo dolor que la hayan asesinado y que quienes participaron en su desaparición y feminicidio sean castigados.
Al respecto, la FGE no ha informado qué ocurrió con Angie la mañana de ese 11 de enero cuando subió al cerro de Chignautla en compañía de su asistente de trabajo, sus dos hijos y el novio de esta última.
La versión extraoficial, es que los tres adultos y los dos menores fueron interceptados por sujetos armados en inmediaciones de “El Cristo” pero la asistente de Angie y sus hijos lograron correr para ponerse a salvo mientras que el novio y Angie fueron plagiados.
Ambos fueron reportados como desaparecidos pero, al siguiente día, el hombre fue hallado sin vida.