Baja robo de vehículo pero sigue cometiéndose con violencia

Por Facundo Rosas / /

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De acuerdo con el más reciente reporte de la Asociación Mexicana de Instituciones de Seguros (AMIS) el robo de vehículos asegurados en Puebla disminuyó 29% luego de 4 años consecutivos con incrementos del 45% en promedio anual (mayo 2019-abril 2020), sin embargo, no todo fue positivo ya que en el mismo lapso se incrementó en la modalidad con violencia en un 21%.

A nivel nacional el descenso en este delito fue del 13.5%, después de incrementos anuales del 20% durante los últimos 5 años, sin embargo, en la modalidad de robo con violencia se mantuvo en los mismos rangos de 2015.

De hecho, el año en que menos vehículos se robaron en Puebla durante los últimos 23 años fue en el 2014, con 2 mil 309 unidades en total (Sistema Nacional de Seguridad Pública), de los cuales 1,417 contaban con seguro y los restantes 905 no estaban asegurados.

En aquel entonces la entidad poblana no figuraba en el top ten de las entidades con más robo de vehículos con seguro robados y tampoco con violencia.

Mismo comportamiento tenía el fenómeno en general, es decir se robaban menos vehículos sin seguro en el estado.

En sentido inverso, el año en que más vehículos automotores se han robado es 2019, con 13 mil 401 unidades, entre asegurados y no asegurados, lo cual representa una diferencia de casi 500% más vehículos robados que en 2014, como lo adelanté en este espacio hace casi un año (12 de junio de 2019).

Qué es lo que pasó en ese lapso en materia de robo de vehículos, en particular con violencia, quizá nunca lo sepamos con precisión, pero un dato si es seguro, el presupuesto para la SSP estatal fue superior en por lo menos 200% en 2019 respecto de 2014 y ni se diga en 2020, en el que la inversión únicamente en patrullas fue el equivalente a casi todo el presupuesto de 2014.

Entre las hipótesis que podrían plantearse sobre el reciente comportamiento a la baja en cuanto a robo de vehículos asegurados y el incremento en la modalidad con violencia destacan las siguientes:

Una mejor cobertura en términos de patrullaje disuasivo con la llegada de 1000 patrullas nuevas a la SSP estatal, varias de las cuales fueron concentradas en las zonas urbanas y en las regiones donde se registra un mayor número de vehículos robados.

La dificultad para abrir y poner en marcha un vehículo de modelo reciente, cuyo sistema electrónico depende de códigos que van directamente en las llaves (si es que las hay), computadoras y cajas de velocidad, lo cual sin embargo se traduce en mayor riesgo para ser robado con violencia y en muchas ocasiones con familias completas a bordo.

La coincidencia de un mes y una semana con el confinamiento obligado por la crisis del coronavirus, el cual obligó a que muchos vehículos, dejaran de circular y se quedaran en los “garages” de las casas, dificultando que los delincuentes pudieran apropiarse ilegalmente de ellos como lo venían haciendo antes de la pandemia.

En razón de lo anterior, lo más seguro es que vez que el encierro termine y volvamos a la “nueva normalidad”, el robo de vehículo repunte significativamente, sobre todo porque los mercados ilícitos y la logística criminal así lo van a demandar.

Versión no contada

En esta ocasión una advertencia para los tiempos que se avecinan en materia de robo de vehículo, porque junto con la “nueva normalidad” vendrán más fraudes al momento de vender un vehículo usado, por lo que habrá que aclarar que una cosa es que te defrauden con la venta de un vehículo y otra muy diferente a que te lo roben.

Justo hace un año un vecino mío me solicitó el apoyo para recuperar un vehículo que le habían robado, sin embargo, al entrar al fondo del asunto se dio cuenta que en realidad le pagaron el vehículo y él entregó los documentos sin presión alguna, el problema era que la transferencia del pago no se había concretado pese a que afirmaba haberla visto en su cuenta y al momento de reclamar, el comprador ya se había esfumado.

AL checar en Internet si el vehículo seguía anunciado para darlo de baja del portal, puesto que ya se había entregado, se dio cuenta que ya lo estaban anunciando nuevamente para su venta desde San Andrés Cholula, por lo que aquí comenzó una nueva odisea, pero con escasas posibilidades de recuperarlo porque al entregar los documentos ya firmados jurídicamente no se le considera robo y la autoridad no puede actuar en con contra del nuevo propietario como si se lo hubiera robado.

El resto de la historia es que tardó casi un año en ubicar físicamente su vehículo y es la hora en que no ha podido recuperarlo. Así es que a cuidarse para que no se lo roben y tampoco lo defrauden, porque esta mala experiencia se puede repetir.