La Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) desarrolla dos proyectos de vacuna contra la covid-19, uno de ellos está a cargo de Edda Sciutto y Juan Pedro Laclette, especialistas del Instituto de Investigaciones Biomédicas.
El antídoto está basado en partículas de la proteína S, que se unen al receptor ACE2 de las células humanas para infectarlas, a fin de que puedan enfermar.
En entrevista para Milenio Diario, los investigadores revelaron que, por su tamaño pequeño, la proteína tendrá varias ventajas, una de ellas que sí puede generar una respuesta inmune robusta, aunque reducirá la probabilidad de provocar efectos colaterales negativos.
Es la base de las vacunas. Se utilizan componentes inactivados o componentes de un virus, en el caso nuestro, usamos una parte de la proteína S, la proteína que utiliza el virus para infectar la célula del huésped, esto es una ventaja, porque es una mini proteína que constituye el candidato vacunal y esta mini proteína incluye regiones que son capaces de desencadenar una respuesta inmune robusta", afirmó Sciutto para Milenio.
La investigadora reconoció la labor conjunta de varios laboratorios para reunir recursos y adquirir los insumos necesarios que van dando forma a la vacuna.
Resaltó que una parte vital fue la experiencia como inmunólogos en el Instituto de Investigaciones Biomédicas, donde trabajaron con otro tipo de agentes como las tenias, que causan cisticercosis.
Cuando empezó la pandemia juntamos recursos y compartimos los recursos que teníamos asignados a los distintos laboratorios participantes y adquirimos los insumos necesarios para comenzar a trabajar lo más rápido posible".
Las primeras vacunas serán evaluadas en animales, a fin de demostrar que el fármaco es seguro, inocuo e induce una respuesta inmune al virus.
El objetivo es terminar el proyecto este mismo año para que en enero puedan comenzar los ensayos en su Fase 1, que consistiría en un estudio de seguridad y capacidad de inducir una respuesta inmune.
Ya sabemos que este candidato induce una respuesta inmune celular tanto como de anticuerpos, efectiva y pasamos entonces ahora, que es lo que se está produciendo ahora, un lote de vacunas en condiciones de buenas prácticas, esto ya implica una cuestión regulada para producir un biológico de uso humano".
Por su parte, Juan Pedro Laclette explicó que uno de los procesos en el desarrollo de la vacuna es la escalabilidad, es decir, la capacidad de crecer en magnitud. De ahí que se hayan asociado con una empresa farmacéutica.
Ahora nos trasladamos a una plataforma de producción recombinante donde se utilizan bacterias transformados con un fragmento de DNA que, bajo condiciones controladas, pueden producir grandes cantidades de esta molécula que es una mini proteína, comentó el investigador".
