A unos días de que terminara de desmontarse la réplica de la Capilla Sixtina en el atrio de la Catedral, los daños que dejó esta obra –que estuvo en exhibición desde noviembre del 2019 y hasta febrero pasado– son evidentes.
Revista Rayas hizo un recorrido por el lugar y se pudo confirmar que gran parte del atrio se encuentra en condiciones diferentes, después de soportar el peso de dicha construcción y la maquinaria utilizada durante un periodo de casi tres meses.
Al observar la Catedral desde una perspectiva frontal sobre la calle 16 de Septiembre se identificaron tres hoyos de poca profundidad, posicionados frente a las tres puertas principales del templo religioso y que antes de la réplica de la Capilla Sixtina no estaban.
Asimismo, gran parte de las lajas se encuentran fuera de su lugar y otras están partidas en cachitos o por la mitad. Incluso, el piso tomó una forma curveada que lo hace ver a desnivel y hundido en otras partes.
Los escombros y basura acumulada en los costados interiores de este patio tampoco han sido removidos en su totalidad.
El pasado lunes 20 de abril, Revista Rayas informó que peritos del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) se encuentran evaluando las condiciones en que se encuentra parte del inmueble cuyo cuidado está a cargo del gobierno estatal.
Con etiquetas, el personal de la dependencia federal, han enumerado la mayoría de las lajas que sostuvieron esta instalación y a partir de ello, evaluarán los daños para iniciar el proceso de reconstrucción.
VER: Peritos del INAH marcan las lajas de la Catedral dañadas por la réplica de la Capilla Sixtina
Desde su instalación en noviembre de 2019, la Capilla Sixtina fue un proyecto cultural polémico, debido a que se provocaron daños estructurales desde su construcción, situación que las instituciones Banorte y Museos del Vaticano debieron reparar casi de inmediato.
Incluso el INAH clausuró temporalmente las obras por violar la Ley Federal de Monumentos y Zonas Arqueológicas.
