En la última semana, los poblanos han dejado de hacer caso a las recomendaciones del gobierno para quedarse en su casa en la medida de lo posible. El 30 de abril fue el día más notorio, hicieron filas en la comida rápida y caminaron sin pena por las calles del Centro Histórico, hoy en la Rivera Anaya juegan su torneo de futbol y muchos juegan en parques y avenidas.
Según declaró la semana pasada el gobernador de Puebla, Miguel Barbosa la movilidad incrementó en un 20%, por lo que dijo que, de seguir así, el confinamiento se extendería hasta junio y de una vez advirtió que ningún municipio estaría en condiciones de regresar a clases el 17 de mayo, sino hasta terminando el mes.
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Las consecuencias comenzaron a verse desde el viernes, pues de un día para el otro se sumaron 71 nuevos contagiados, y la curva sigue subiendo, este 2 de mayo la Secretaría de Salud Federal reportó 47 nuevos casos en las últimas 24 horas, con un total de 756 contagiados.
En el caso de las defunciones, las cifras federales siguen desfasadas, ya que el gobierno contabilizó 92 muertes por Covid-19, mientras que desde la mañana del domingo la Secretaría de Salud del estado sumó 141 muertos.
En cuanto a espacios en hospitales, la Federación ha señalado que Puebla solo ha ocupado el 13% de su hospitalización general y el 16% de sus camas en Terapia Intensiva.
Puebla es ahora el séptimo estado con mayor número de contagios, el primer lugar es la Ciudad de México con 6 mil 13 casos; en segundo lugar, está el Estado de México, con 3 mil 615; después está Baja California, con mil 582 casos.
Mientras, el gobierno sigue intentando endurecer las medidas para evitar la salida de los poblanos a la calle, este primero de mayo emitió un decreto para impedir que los ciudadanos consuman alimentos dentro de los restaurantes, por lo que solo podrán atender pedidos para llevar o con servicio a domicilio.
