Batas impermeables, guantes de nitrilo y protección facial debe portar el personal del sector salud que intervenga en el transporte de un cadáver con causa de muerte probable, o confirmada, por Covid-19 en Puebla, ante el riesgo al que se exponen por las salpicaduras de líquidos corporales o secreciones del cuerpo.
Así lo ordena el decreto emitido el pasado 28 de abril por el gobernador de Puebla, Miguel Barbosa Huerta, por el que expidió los Lineamientos para el Manejo Seguro y la Disposición de Cadáveres con causa de muerte por el virus SARS-CoV2.
En el decreto se especifica cómo será la cremación y prohíbe los funerales, pero no deja claro si se permitirá que el cuerpo sea sepultado y no cremado.
El documento revisado por CENTRAL y que entró en vigor el pasado 29 de abril expone que el personal que atienda y entregue el cadáver de los hospitales y clínicas, deberá usar de manera permanente guantes de nitrilo, protección facial y batas impermeables de manga larga, mismos elementos que deberán ser eliminados de manera inmediata, después de su uso.
El cadáver debe introducirse en una bolsa sanitaria con cierre hermético y plastificado, acción que deberá realizarse dentro de la propia habitación de aislamiento; una vez cerrada, se debe rociar en su totalidad con desinfectante de uso hospitalario o con una solución de hipoclorito de sodio al 10%.
Especifica que, frente a la bolsa, se deberá colocar una ficha con los datos personales del fallecido y su fotografía. Además, el certificado de defunción que emitan las y los profesionales de la salud que hayan tenido contacto con el cadáver, deberá estar debidamente sanitizado, antes de su entrega a la Oficialía del Registro Civil correspondiente.
Las personas que fallezcan por otro problema respiratorio agudo, y sean considerados como causa probable de Covid-19, deberán recibir el mismo tratamiento que los casos confirmados.
También señala que la cremación de los cadáveres con causa de muerte probable por COVID -19 deberá realizarse dentro de las cinco horas siguientes al deceso, en aquellas funerarias que cuenten con crematorio debidamente autorizado y prohibiéndose a los familiares tener contacto.
Sin embargo, previo a que sean cremados, los cuerpos deben ser colocados dentro de una bolsa sanitaria con cierre hermético, debidamente sellada para luego proceder a su incineración y, una vez que las cenizas se encuentren en la urna, únicamente podrán ser recibidas por los familiares, sin que se lleve a cabo ninguna ceremonia fúnebre.
El decreto también determinó que el personal de las funerarias no puede realizar actuaciones de limpieza, ni intervenciones de tanatoestética o tanatopraxia (maquillar, vestir o embalsamar), ya que su actuación estará limitada al mínimo imprescindible.
Finalmente, señaló que se deberán retirar todos los tubos, drenajes y catéteres del cadáver, y que cualquier orificio o herida punzante resultado de la extracción de estos implementos, deberá desinfectarse con hipoclorito de sodio al 10% y vestirse con material impermeable.
Es importante resaltar que, en Puebla suman ya 131 personas fallecidas por Covid-19, con una edad media de 61 años edad y oriundas de 29 municipios del territorio poblano.
