Los mexicanos volvimos a festejar un año más como nación independiente, sin embargo, desde hace mucho tiempo, seguimos esperanzados en que aparezca un caudillo, un líder, quien por obra de magia sea capaz de convertirnos en una sociedad mejor.
Los años pasan y sigue sin aparecer el tan ansiado líder, incluso las decepciones aumentan. Los mexicanos, seguimos siendo incapaces de reconocernos a nosotros mismos como los verdaderos líderes y protagonistas del tan esperado cambio, sin embargo, estoy convencido que entre nosotros hay muchos que con sus acciones demuestran que construir un país mejor es posible.
En esta ocasión, más allá de generar una columna que señale y evidencie las desafortunadas decisiones de quienes dicen representarnos, hoy quiero hacer un reconocimiento a todos los mexicanos que día con día demuestran su liderazgo y que con sus acciones dan muestra que los héroes en nuestro país, son más comunes de lo que creemos.
Por eso quiero compartirles la historia de la señora María Trinidad, ella es una vecina de la Colonia El Carmen que pertenece al grupo de recolectores voluntarios, un grupo que se dedica a recolectar material reciclable para su reventa y sostener así a sus familias.
Con la pandemia que ocasionó el cierre de múltiples comercios, el ingreso de los recolectores voluntarios se ve sumamente afectado, sin embargo, a pesar de enfrentar una situación económica complicada, Doña Trini no se ha rendido y todos los días se levanta para hacer su trabajo, y a su vez no deja de preocuparse por sus vecinos con quiénes gracias a ella, hemos podido acercarnos para platicar y escuchar sus necesidades y en la medida de lo posible atender alguna de ellas u orientarles en materia jurídica.
Como el ejemplo de Doña Trini hay muchos, basta con voltear a otros sectores y observar la heroica labor personal médico que, a pesar de no tener equipo médico adecuado, siguen atendiendo a los pacientes infectados por el Covid-19, poniéndose en riesgo a ellos y a sus familias; en el sector de educación tenemos a los maestros que, a pesar de la contingencia sanitaria siguen comprometidos con el aprendizaje de sus estudiantes, donde en algunos casos, hacen largos recorridos para llegar a aquellos que por sus condiciones no tienen acceso a internet, ni a televisión y en el sector económico los empresarios que, a pesar de la falta de apoyo, hicieron un esfuerzo para mantener a flote sus negocios que son el motor que mueve a nuestro país.
Los ciudadanos de a pie sí podemos refundar la forma en la que hacemos política de esta manera reducir las brechas de desigualdad e impulsar nuevamente una economía que hoy no crece y que además excluye a muchos. Estoy convencido que México es más grande que los pequeños grupos radicales que estando en el poder no ven más allá de confrontación y ofensa.
El momento de los ciudadanos ha llegado, debemos unirnos con el objetivo de sentar las bases para construir el país que queremos y demostrar de que estamos hechos, hoy México requiere que asumamos nuestro rol de héroes cotidianos, héroes que no tengan miedo de participar en la política, que respeten la dignidad humana, que se inclinen por la honestidad para lograr un gobierno transparente y un país de oportunidades. Para lograr lo anterior basta con hacernos una simple pregunta: ¿Qué podemos hacer por nuestro país? ¿Y tú ya te lo preguntaste? Quizá el héroe que México necesita seas tú.
