El Ayuntamiento poblano está a unas horas de autorizar nuevos impuestos a la actividad comercial y la construcción. Así es, leyó usted bien: a la construcción, una industria que desde el 2018 va a la baja a nivel nacional.
En la Ley de Ingresos 2021, ya aprobada en Comisiones y que será discutida este día en Cabildo, empiezan aumentado el costo en pagos ya existentes: la alineación y número oficial, asignación de nievo número oficial y su respectiva placa. Pagos fáciles de administrar y que todo desarrollador hace en el presente.
Pero pasemos a esos impuestos que, personalmente, me causaron mucha risa, por ridículos, improductivos e irrealizables.
Tienen que ver con las remodelaciones o mejoras en vivienda existente, o como ellos lo llaman –“obra menor”. Les explico uno por uno su inutilidad:
Reducción del coeficiente de agua pluviales: consiste en que si usted tiene un patio o un jardín al interior de su casa y decide ponerle un firme de concreto o adoquín, tendrá que pagar por cada m2 que decida remodelar, claro si usted tiene concreto en su patio y lo vuelve jardín no aplica.
Esto es imposible en la práctica de llevar a cabo, ya que en la actualidad no existe una base de datos de todas las viviendas de sus jardines en su estado actual. Segundo: quien vaya a realizar esta mejora seguramente no irá a perder el tiempo de ir a pagar su impuesto, y es un trabajo que por lo regular toma unas cuantas horas es un impuesto imposible de implementar sin que el costo de llevarlo a cabo sea más caro que lo que se recaude.
Expedición de licencias menores: instalación de barda, malla ciclónica o tapial o similares. Que comúnmente tampoco son reportadas ni identificadas porque toman muy poco tiempo en realizarse.
Bardas: Aquí la única oportunidad que tiene la autoridad de conseguir algo es que este trabajo se haga en la fachada, lo cual es lo menos probable ya que todas las casas cuentan con este tipo de estructuras existentes, pues es prioridad la seguridad. No es como en Estados Unidos que las casas en los suburbios no cuentan con bardas.
Malla ciclónica: colocar 10 ml de este producto toma menos de una hora, así que será más rentable jugársela, a no ser observado por la autoridad.
Tapial: el tapial es una estructura que se ocupa para salvaguardar al peatón o los autos que transitan paralelo a la propiedad y suelen ser costosos, casi nadie lo usa en remodelaciones pequeñas. ¡Suerte! Al final de 2021 verán cuánto recaudan por este concepto. Les aseguro desde ahora que nada.
Cisternas, espejos de agua o cualquier estructura que almacene agua: Puebla sería el primer lugar del mundo que te cobrará impuesto por cambiar tu tinaco, todas estas obras son interiores, la autoridad necesitará unos lentes de rayos x para ver qué se modifica al interior de las casas de lo contrario fracasarán.
El Ayuntamiento pagó 2.3 millones de pesos a la empresa Soluciones Profesionales Modernas —contratada para integrar la Ley de Ingresos— ¿para esto?
Oiga tesorero, déjeme decirle que le vieron la cara ¿o es usted el que se la quiere ver a los regidores, con el cuento de que era necesaria la contratación para mejor la recaudación de las arcas municipales?
La realidad es que muchos de los nuevos 50 pagos de derechos que aumentaron en la Ley de Ingresos no son operativos en la vida real. Pero lo más grave es que se pretenda atacar a la industria de la construcción que por su naturaleza es muy rápida y eficiente para romper si los de crisis económica, por la calidad y cantidad de empleos que genera, la carga burocrática y de trámites para obras nuevas ya es un verdadero calvario. Trámites que pueden durar hasta 12 meses y aparte de los pagos legales hay moches para que las cosas caminen.
En esta ocasión la autoridad hará el ridículo, pero que pasaría si realmente aumentan la regulación, perjudicarían una de las pocas oportunidades para levantar la economía en 2021.
Por cierto, si se aprueba además la licencia para los auto cinemas, seguramente los municipios conurbados se quedarán con el negocio. Pero bueno, ya hoy abren sus puertas las salas de cine en Puebla, díganle a dios a los auto cinemas.